16 de abril de 2011

Los trucos de la DGT para una conducción más eficiente





Conducir y utilizar el vehículo de forma inteligente y sostenible, aplicando las reglas de la conducción eficiente, además de ahorrar combustible y reducir las emisiones, contribuye al aumento de la seguridad vial.


La conducción eficiente consiste en una serie de técnicas que, unidas a un cambio en la actitud del conductor, dan lugar a un nuevo estilo de manejo acorde a las nuevas tecnologías y sistemas que incorporan los vehículos modernos.

Además de una mejora del confort, un aumento de la seguridad vial y una disminución del tiempo de viaje, se consigue una reducción del consumo de carburante y de emisiones al medio ambiente asociadas, así como una disminución en el coste de mantenimiento.


DIEZ CLAVES DE LA CONDUCCIÓN EFICIENTE

1.- Arranque y puesta en marcha: arrancar el motor sin pisar el acelerador. Iniciar la marcha inmediatamente después del arranque. En motores turboalimentados, esperar dos o tres segundos antes de iniciar la marcha.

2.- Primera marcha: usarla sólo para el inicio de la marcha.

3.- Aceleración y cambios de marchas: según las revoluciones (en los motores de gasolina, antes de las 2.000 r/min, en motores diesel, antes de las 1.500 r/min), según la velocidad (a 2ª marcha: a los dos segundos o seis metros, aproximadamente, a 3ª marcha: a partir de unos 30 km/h, a 4ª: a partir de unos 40 km/h, a 5ª: por encima de unos 50 km/h) y acelerar de forma ágil tras la realización del cambio.

4.- Utilización de las marchas: preferiblemente a marchas más largas y a bajas revoluciones. Es mejor circular en marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida que en marchas cortas con éste menos pisado. En ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª y la 5ª, respetando siempre los límites de velocidad.

5.- Velocidad de circulación: mantenerla lo más uniforme posible y buscar fluidez en la circulación, evitando los frenazos, aceleraciones y cambios de marchas innecesarios.

6.- Deceleración: levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante. Frenar de forma suave con el pedal del freno. Reducir de marcha lo más tarde posible, con especial atención en las bajadas
Circulando por encima de unos 20km/h con una marcha metida y sin pisar el acelerador, el consumo de carburante es nulo. En cambio, a ralentí, el motor del coche consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora.

7.- Detención: siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detener el coche sin reducir previamente de marcha.

8.- Paradas: en paradas prolongadas (por encima de 60 segundos), es recomendable apagar el motor.

9.- Anticipación y previsión: conducir siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver 2 ó 3 vehículos por delante. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.

10.- Seguridad: en la mayoría de las situaciones, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial. Pero obviamente existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.