2 de septiembre de 2011

Los fallecidos por atropello, con alcohol y drogas en sangre. Menudo panorama

A veces, los datos que se extraen sobre ciertos ámbitos de la Seguridad Vial son sorprendentes. Pero es que el último estudio publicado por la Universidad Internacional Valenciana y realizado por el Instituto Nacional de Toxicología y que ha servido para elaborar la memoria del IV Congreso Internacional de Prevención de los Comportamientos Viales de Riesgo (Precovir) que se celebrará en Valencia el próximo mes de noviembre, me ha dejado literalmente boquiabierto: el 24,1 por ciento de los peatones fallecidos dio positivo en alcohol.

Es decir, que cada día es más sencillo atropellar a alguien borracho que a alguien sobrio. Y al paso que vamos, también será más sencillo cepillarse a alguien puesto hasta las cejas pues el mismo informe revela que el 9 por ciento había consumido cocaína, marihuana o heroína mientras que un 13,2 presentaba en su organismo trazas de psicofármacos. Bueno, no he sido del todo exacto en el anterior párrafo. El estudio desvela una ligera disminución del número de fallecidos bajo los efectos del alcohol aunque aumentan los que habían consumido drogas.

Otros datos del estudio también son bastante alarmantes. A mi especialmente me preocupa el hecho de que el 55% de los peatones fallecidos estaban cometiendo algún tipo de infracción. Es decir, que si ya tenemos que conducir con mil ojos, ahora hay que hacerlo con mil y pico porque en una sociedad cada día más acelerada y más despistada, los más indefensos no cuidan ni de ellos mismos.

El mayor peligro es por semana, con un 71 por ciento de los fallecidos mientras que el fin de semana o festivos sólo fallecieron el 29%. Y como no, los más osados y peligrosos son los hombres ya que representan un 71 por ciento de los fallecidos de un total de 1.100 accidentes de tráfico.

Si todos fuésemos peatones, no habría problemas pero desde la aparición del primer carruaje de caballos, hemos tenido que convivir con vehículos, primero de tracción animal y luego de tracción mecánica. Siembre hemos sido los más débiles en la pirámide y para ello disponemos de zonas especiales para poder circular (aceras). Pero como es imposible una separación permanente de tráfico, nuestras facultades tienen que estar en perfecto estado para poder reaccionar correctamente en caso de una emergencia, y además, para respetar el Código de Circulación que como peatones a nosotros también nos regula.

No somos superhéroes, no somos indestructibles, somos de carne y hueso y lamentablemente, sin ABS, sin Airbags, sin zonas de deformación progresiva y de absorción de impactos… Controlémonos un poco, nuestra vida depende de ello