16 de septiembre de 2011

Lecciones de verano

Si alguna vez, en clase, los alumnos intentan poner en tela de juicio la efectividad real de la educación vial, puede ser útil echar mano de las estadísticas de accidentes de este verano, para que vean lo mucho que se ha mejorado y para alentarlos a que ellos sigan mejorando. Porque queda margen de mejora. 321 muertos son escalofriantes, aunque sea la cifra más baja en los últimos 50 años.

Entre el 1 de julio y el 31 de agosto han fallecido en accidentes de tráfico en España 321 personas, lo que representa un descenso del 11,3% respecto a los mismos meses de 2010, en los que hubo 362 víctimas mortales. La mejora se ha centrado en el mes de agosto, con un 20,7% (39 fallecidos menos que el año pasado), frente al 1,1% del mes de julio (dos víctimas mortales menos que en julio de 2010).

El hecho de que hayan muerto 321 personas no puede ser, en ningún caso, un motivo de alegría. Son cinco fallecimientos al día en nuestras carreteras. Sin embargo, hace solo diez años, en el verano de 2001, el promedio de víctimas mortales superó las 13 diarias. Fueron 845 fallecidos en total. En diez años, el descenso ha sido del 62%.

Estas son las cifras, ¿cuáles son sus causas? Ha habido un descenso del número de desplazamientos respecto a 2010 (un 3,7% menos), tal vez debido a la crisis, que ha dejado a más gente sin vacaciones. Pero el descenso en los desplazamientos es inferior al descenso en los accidentes mortales, por lo que habrá que tener otros factores en cuenta.

La DGT nos ofrece algunas pistas. La velocidad media en autovía ha descendido de 109 km/h a 103 km/h. Los más escépticos dirán que será por un mayor número de atascos, pero lo cierto es que este verano ha sido uno de los que han registrado un tráfico más fluido, ya que los conductores cada vez escalonan más las salidas y los retornos. Por eso nos permitimos elucubrar que tal vez el descenso temporal del límite de velocidad a 110 km/h concienciara a algunos conductores sobre las bondades (en el consumo de combustible tanto como en la seguridad) de ir un poco más despacio.

Los registros de exceso de velocidad efectuados por los radares fijos se han reducido un 16% en el mes de julio respecto al año anterior. También han descendido los positivos por alcoholemia, que son apenas un 1,1% de los conductores que pasan estos controles (un 3,9% menos que en 2001, donde se llegaba al 5,5% de positivos). Igualmente, respecto a 2001, los fallecidos sin cinturón de seguridad se han reducido un 89% y los fallecidos sin casco un 92%. Esto supone que 26 víctimas de accidentes en coche (el 15% del total) no se habían abrochado el cinturón y que solo dos de los 56 motoristas muertos en accidente este verano no llevaban el casco.

Los datos evidencian el enorme avance en seguridad vial vivido en nuestro país. Ya estamos lejos del peor verano de nuestra historia, el de 1989, cuando hubo 1.378 fallecidos en accidente de tráfico solo en julio y agosto. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya un margen de mejora.

La distracción sigue estando presente en gran parte de los accidentes (41,5%) y el exceso de velocidad, en uno de cada cinco (21%). Por grupos de edad, han aumentado los accidentes en los jóvenes de 25 a 34 años, con 63 fallecidos, un 6,8% más que en 2010. Los accidentes de moto son otra causa de preocupación, porque a pesar de que se ha generalizado el uso del casco, la vulnerabilidad de los motoristas sigue siendo alta y en lo que va de año ha habido un 5% más de víctimas mortales que el año pasado.

Empieza el curso: tomemos nota de las lecciones que nos deja el verano.
Fuente: DGT.