13 de febrero de 2011

¿ Cómo reclamar en caso de atropello ?


Explicar a estas alturas que el peatón es el usuario más vulnerable de la vía es caer en una obviedad, pero se trata de una obviedad necesaria al fin y al cabo, porque un año tras otro los peatones atropellados siguen siendo más de 10.000.

¿Y qué ocurre cuando un peatón sufre un atropello? Más allá del daño físico y psicológico que sufre la persona que ha vivido el atropello en primera persona, ¿qué puede hacer para reclamar sus derechos como víctima de la siniestralidad vial?

Echemos un vistazo a las posibilidades que ofrece la ley para que cualquier peatón que haya sido atropellado en la vía. Como todos somos peatones, quizá resulte interesante tener una idea general de cuáles son los derechos que nos asisten en un caso tan indeseable como el de ser arrollados por un vehículo.

Cuando una persona es víctima del tráfico, este hecho de la circulación le afecta a dos niveles: el de los daños físicos y las secuelas psicológicas que le pueda conllevar el suceso, y además las consecuencias de "índole económica". Y esos son los puntales por los que se rige la legislación en materia de indemnizaciones.

En el apartado de daños y secuelas, se considera la gravedad de estos. No es lo mismo que el atropello lleve al fallecimiento del peatón, que le ocasione lesiones permanentes o que le conlleve una serie de incapacidades temporales. Así pues, hay una gradación de la compensación económica en función de este parámetro, que deberá atestiguarse con la ayuda de un informe médico completo elaborado tras el siniestro.

También se tienen en cuenta las implicaciones económicas del atropello. Y es que a efectos económicos, no es lo mismo que el atropellado sea un padre o madre de familia numerosa cuyo sueldo constituye la base económica del sustento familiar, que una persona jubilada y viuda sin más personas a su cargo que él mismo. A efectos económicos no es lo mismo, ya que se observa la cantidad de dinero que deja de entrar en el hogar a raíz del atropello del peatón.

Otros puntos que se considerarán a la hora de establecer una indemnización tendrán que ver con las circunstancias personales de cada individuo, como si padecía de dolencias previas al atropello o si el atropello supone al peatón la pérdida de su puesto de trabajo, como le podría pasar a un deportista profesional tras ser arrollado en la calle.

Cada año se revisa el baremo que establece las cuantías que se pueden percibir por un atropello, y esa tabla se puede consultar en el BOE, aunque lo mejor para estos casos es consultar a un abogado especialista en asuntos de tráfico, ya que él conocerá los vericuetos y las acciones a emprender para cada episodio en concreto.

Lógicamente, el atropello (y el siniestro en general) que más a cuenta sale al implicado y a la sociedad en su conjunto es aquel que no tiene lugar, y es ahí donde día a día tenemos que poner todos nuestro máximo empeño, pero como en ocasiones las circunstancias concurrentes hacen que nos veamos inmersos en este tipo de situaciones, no está de más tener una ligera idea de cómo actuar en caso de atropello. Lo primero será hacerse ver por un médico y lo segundo, por un abogado. El resto serán trámites y más trámites que al final desembocarán en una compensación que seguramente siempre nos parecerá escasa frente a las incomodidades de haber sido arrollados en plena vía.

Fuente: Circula seguro