4 de febrero de 2011

Relación entre el alcohol y cualquier tipo de accidentes

La relación entre el alcohol y cualquier tipo de accidentes, (laborales, de tráfico, etc.) es bien conocida Concretamente con relación a los accidentes de tráfico y de manera general se estima que el conducir bajo los efectos del alcohol es responsable del 30-50% de los accidentes con víctimas mortales, del 15 al 35% de los que causan lesiones graves, y del 10% de los que no causan lesiones.


Concretamente en España, el 62,9% de los conductores de vehículos son bebedores habituales (consumen bebidas alcohólicas al menos una vez por semana) y el 18,8% consumen una media diaria de alcohol absoluto de 80 o más gramos. Así mismo entre las personas fallecidas en accidentes de circulación en el 50% de los casos se detecta alcohol, y en el 35% concentraciones superiores a 0.8 gr/l.

Los efectos del alcohol sobre el organismo humano y concretamente del comportamiento al volante dependen de la concentración de alcohol a nivel sanguíneo (Alcoholemia).

El alcohol actúa como un anestésico inhalatorio clásico, iniciándose de un modo paradójico su efecto, con euforia, optimismo, desinhibición, etc. Siendo este momento especialmente delicado para conducir, ya que el conductor pierde totalmente el control y la prudencia ante sus actos, y ante circunstancias complejas su capacidad de reacción se ve mermada y también su estado psicofísico. Conforme aumenta la cantidad de alcohol en sangre, este va a producir una depresión no selectiva del Sistema Nervioso Central deteriorando la función psicomotora, la percepción sensorial (vista y oído), modifica el comportamiento de la persona, etc. En general, los efectos del alcohol son directamente proporcionales a su concentración en sangre: a mayor concentración mayor deterioro.

En relación con el alcohol y la conducción de vehículos, los efectos del alcohol pueden agruparse en tres grandes grupos:

1. Efectos sobre la función psicomotora y sobre las capacidades del conductor.

Está perfectamente demostrado que el alcohol deteriora marcadamente la función psicomotora y la capacidad para conducir con seguridad.

Quizás uno de los efectos más importantes, es que el alcohol aumenta el tiempo de reacción, es decir, aumenta el tiempo que tarda la persona, después de percibir plenamente las sensaciones y/o recibir información, en decidir qué debe hacer y cuándo actuar.

Asimismo, el alcohol produce importantes efectos sobre la coordinación bimanual, deteriorándola, y sobre la atención y la resistencia a la monotonía. En relación con este último aspecto, la atención es un factor decisivo, ya se trate de atención concentrada (referida a un solo objeto), o difusa (que se distribuye simultáneamente en rapidísima sucesión entre numerosos objetos).

Además, se altera la capacidad para juzgar el entorno que le rodea, la velocidad, la distancia y la situación relativa del vehículo, así como la capacidad para seguir una trayectoria o hacer frente a una situación inesperada.

Los efectos del alcohol, al aumentar el tiempo de reacción, deteriora la coordinación motora, el procesamiento de la información, disminuye la atención y resistencia a la monotonía, etc., disminuye marcadamente la capacidad para conducir con seguridad e incrementa el riesgo de accidente.

2. Efectos sobre la visión.

El alcohol produce importantes efectos sobre la visión. La acomodación y la capacidad para seguir objetos con la vista se deterioran, incluso con niveles bajos de alcohol en sangre.

Bajo los efectos del alcohol el campo visual se reduce, se altera la visión periférica y se retrasa la recuperación de la vista después de la exposición al deslumbramiento.

3. Efectos sobre el comportamiento y la conducta.

El alcohol produce un efecto de sobre valoración de la persona dando lugar a una mayor seguridad en sí mismo. Esto unido al deterioro de las funciones cognitivas, de lo que a veces el conductor no es consciente, ocasiona un mayor riesgo de accidente. Por otra parte, el alcohol puede alterar la conducta-comportamiento, y bajo sus efectos no son infrecuentes las reacciones de euforia, agresividad, conductas temerarias, etc.

No hay un límite mínimo a partir del cual comienza el deterioro que produce el alcohol. Los efectos del alcohol sobre las distintas funciones relacionadas con el rendimiento psicomotor y la capacidad para conducir, así como el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, varían principalmente según la edad, forma de consumo de alcohol (habitual, esporádico), la experiencia en la conducción de vehículos e incluso según el tipo de colisión (sólo un vehículo o colisión múltiple).

Fuente. Inmaculada Rodríguez García. Médico Forense (parte de la ponencia Alcohol y Drogas).