Cada último fin de semana de octubre,
coincidiendo con la madrugada del sábado al domingo a las 3.00h, entra en vigor
lo que se conoce como horario de invierno.
Recuperamos de esta forma lo que se considera la
hora oficial de España, que se corresponde con ir 1h por delante del Tiempo
Universal del meridiano 0º (GMT), el meridiano de Greenwich, y que abandonamos
a finales de marzo al adoptar el horario de verano, con 2h por delante del GMT.
por tanto recuerden que la madrugada del sábado al domingo deberán atrasar su
relojes una hora: A las 3.00h serán las 2.00h.
Podríamos decir por tanto, que el verdadero cambio
horario es el de verano, en el que adelantamos nuestros relojes para aprovechar
mejor la luz solar y ahorrar energía; mientras que lo que hacemos ahora es
deshacer el cambio y volver al horario que nos pertenece por nuestra posición
en el globo terráqueo.
No quiere esto decir que este cambio no haga que
también ahorremos energía, ya que si continuáramos con el horario de verano
dentro de poco no se haría de día hasta pasadas las 9.00 de la mañana, una hora
en la que la mayoría de centros de trabajo e industrias ya están abiertos
(evidentemente con el perjuicio de que se haga más pronto de noche, no se puede
tener todo…).
Lo que se busca a fin de cuentas es hacer coincidir
lo máximo posible las horas de luz solar con el horario laboral, para lograr de
esta forma un mayor ahorro energético.