15 de marzo de 2012

¿Cómo se clasifican los accidentes de tráfico?

A primeros de año, me llamó la atención un comentario sobre la disminución de la siniestralidad del 2011.  
Es imposible llevar los comentarios al día por falta de tiempo, salvo aquellas discusiones que te hacen reflexionar, y que merece la pena dar una opinión al respecto, por tratarse de un tema que hablamos con frecuencia: los siniestros de tráfico. Por eso, hoy he tomado la iniciativa y me lanzo al ruedo para contestar a Antonio Serrano, sobre un comentario que cito textualmente:
Esteban, no quiero desanimarte, pero ni tú conoces las causas detalladas de los accidentes ni yo tampoco. Mal asunto combatir un problema sin conocer con exactitud sus causas, especialmente cuando pueden ser tan diversas. Se habla de “factores concurrentes”, como la velocidad y las distracciones, pero en España se ignoran las causas reales de los accidentes, y éste sería el primer paso para poder dedicar más esfuerzo a lo más importante…
¿Accidente, incidente o siniestro de tráfico?

Precisamente ayer estuve mirando el concepto de accidente. Os explico, desde hace tiempo empleo la palabra ‘siniestro’ para referirme a las consecuencias negativas del fenómeno vial. Es decir, al incidente que con ocasión del tráfico, ya sea por ciudad o carretera, provoca lesiones en las personas y daños materiales en las cosas. Además, la palabra siniestro la considero más acorde a las circunstancias si detrás le añadimos la palabra vial o de tráfico. En principio por reflejar algo trágico que aún no sabemos cómo ha podido suceder y también por alejarse del mito azaroso o casual más ligado al concepto genérico de accidente.
Pienso que algunos de los siniestros viales que ocurren con ocasión del tráfico puedan ser imprevisibles pero no por ello inevitables. Por otro lado, dependerá de la intencionalidad o no, como premisa a la negligencia o imprudencia, ante el riesgo quizás no conocido pero sí asumido por alguno de los implicados. Por tal motivo, puede que sea un error de concepto la definición de accidente de tráfico asociada a la idea que tenemos todos tras escuchar las noticias de un lunes cualquiera sobre el número de personas fallecidas durante el fin de semana. Si hablamos del número de accidentes ocurridos el fin de semana en las carreteras y no exponemos sus causas estamos metiendo en el mismo saco los incidentes producidos de manera involuntaria o no deseada y los que se producen directamente por alguna imprudencia de uno de los implicados.
Contestando al comentario de Antonio Serrano y para no extenderme demasiado, hoy hablaré sobre los tipos de siniestros de tráfico y el próximo día comentaré algo sobre sus causas. Pues bien, de acuerdo con la Real Academia Española (RAE), el concepto de accidente hace referencia a la cualidad o estado que aparece en algo, sin que sea parte de su esencia o naturaleza; al suceso eventual que altera el orden regular de las cosas y al suceso eventual o acción de que, involuntariamente, resulta daño para las personas o las cosas. Es decir, más o menos lo que quise decir al principio al emplear el término siniestro para referirme al tipo de accidente que se produce en nuestra red vial.


Si conocemos las consecuencias, conozcamos las causas

En mi faceta de investigador, como suele hacerse en Criminología, hay que empezar por el origen del problema. Nuestro punto de mira tiene que empezar con la etiología. Si conocemos las consecuencias de los siniestros tenemos que conocer cómo se producen los mismos para determinar las causas que dieron lugar a los efectos producidos. En resumidas cuentas, analizar el suceso sabiendo lo conocido para entender mejor la realidad del presente. Si nos vamos a la historia y buscamos el tema sobre accidentes de tráfico, los conocimientos sobre esta materia la tienen los norteamericanos que fueron pioneros en la investigación de los accidentes de tráfico como labor policial. De hecho, la DGT, entre sus publicaciones tiene traducido al español el Manual de Investigación de Accidentes de Tráfico de J. Standar Baker, Ed. Northwestern University Traffic Institute, utilizado como referencia para las labores que tienen encomendadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con competencia en Tráfico y Seguridad Vial.
Por aquellos años, entre 1950 y 1970 en Chicago (EE.UU), nació la idea de investigar los accidentes como una labor policial más y que merecía una especialización por la complejidad de algunos sucesos. Por eso, pienso que tuvieron que darse muchos casos fortuitos para llegar a la conclusión de que el factor humano tiene mucho que decir al respecto. Después, la inclusión de los seguros de responsabilidad civil en los vehículos como garantía a la hora de responder ante algún siniestro para evitar los juicios populares trajo consigo, además del interés económico para la empresa aseguradora, una mayor precisión en la valoración de los daños asegurados así como la posibilidad de determinar la responsabilidad del cliente. Además se diferenciaba los casos fortuitos, aquellos en los que interviene un tercero con voluntariedad, y los de fuerza mayor que como su nombre indica son los provocados por la naturaleza.
En definitiva, dos frentes abiertos que hacen posible gestionar los siniestros de circulación. Por un lado, la libre circulación incluye sus riesgos y para no colisionar con los derechos de los demás, el sistema identifica las figuras de perjudicado y responsable a la hora de aceptar cualquier siniestro. Y por otro, es el mismo sistema el que debe determinar con las herramientas adecuadas las causas que dieron lugar al siniestro. En este caso, juega un gran papel el principio de imparcialidad con que cuenta el propio sistema. Es, por tanto, el atestado policial propiamente dicho el que da fe de lo ocurrido tras conocerse los hechos. Para que me entiendan, un simple relato de lo acontecido con los detalles aportados por los mismos implicados e incluso por otras personas que pudieron ver lo sucedido.

La clasificación de los siniestros de tráfico

  • En atención al lugar geográfico de producción, los accidentes pueden ser urbanos e interurbanos. Son urbanos aquellos que tienen lugar en vías urbanas o en travesías, mientras que los accidentes interurbanos son aquellos que tienen lugar en vías que se hayan fuera del casco urbano y zona comprendida como poblado. La práctica habitual es considerar la travesía como zona urbana a efectos de accidentes, aunque se trate de una vía interurbana que discurre por suelo urbano.
  • En atención al resultado podemos clasificar el accidente: con víctimas o con sólo daños materiales. Se considera accidentes con víctimas, aquellos en los que al menos una persona resulta herida o muerta. Se considera accidentes con daños materiales aquellos en los que tan solo se produce daño en las cosas.
  • En atención al número de unidades de circulación implicadas, se distingue entre accidentes simples y complejos. Serán accidentes simples aquellos en los que intervenga una sola unidad de circulación, y accidentes complejos aquellos en los que hayan intervenido dos o más unidades de circulación.
  • En atención al modo de producción encontramos: Choques (con elementos fijos), se denomina así al encuentro violento de una unidad de circulación contra algún elemento de la infraestructura o cualquier elemento existente en la calzada. Colisiones, se denomina así al encuentro violento entre dos o más vehículos en marcha, pudiendo dividirse en frontales, en embestida, reflejas, alcances y raspados. Atropellos, cuando se ven implicados una unidad de circulación y un peatón o animal. La cuestión va más allá y radica en determinar que comprende el término atropello, para algunos autores, se considera también atropello a la colisión entre vehículos donde existe una gran desproporción de masas entre ellos, tal es el caso del atropello hacia ciclistas, ciclomotoristas y motoristas. Salidas de vía, como aquellas que se producen por abandono de la vía por la que circula el vehículo sin la voluntad del conductor. Y por último, el cajón desastre, donde se encuadran los tipos de siniestros un tanto especiales, como por ejemplo, la caída de vehículos y de usuarios a la calzada, incendios y explosiones, así como otras clasificaciones que pueden hacerse en atención a la hora, el día, la actividad o lo que se transporte.
No obstante, es la experiencia policial la que ha dado la tipología de siniestros de tráfico. En España, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con sus equipos de atestados al frente, desde el año 1959, es la encargada de investigar los accidentes de tráfico. La participación directa de los guardias civiles en sus labores de campo (en el lugar de los hechos) y posteriormente de gabinete (en la oficina); sin lugar a dudas, sirve para llevar a cabo la manera de entender las causas que dan lugar a los accidentes. Es la experiencia, después del conocimiento, la que influye en gran medida para determinar si hay nuevos factores influyentes además de los ya conocidos.