5 de marzo de 2012

En Francia será obligatorio llevar en el coche un alcoholímetro

A partir del 1 de julio de este año, si queremos viajar en coche al país vecino, además de llevar algunos elementos que son obligatorios dentro del vehículo, como el triángulo de preseñalización de peligro y el chaleco de alta velocidad, también será necesario llevar un alcoholímetro portátil homologado y listo para usarse en los casos que seamos requeridos. En caso contrario, a partir de noviembre, todo conductor que no lleve el alcoholímetro autorizado podrá ser sancionado con la multa de once euros.
El Gobierno galo se ha tomado en serio reducir sus cifras de mortalidad ligadas al consumo de alcohol al volante y pretende imponer esta nueva medida relacionada con la seguridad vial. De hecho, desde el pasado mes de noviembre, en las discotecas y bares franceses es obligatorio el uso de aparatos para detectar el alcohol en sangre a través de aire espirado y también los autobuses llevan instalados desde el 2010 alcoholímetros que impiden el arranque en caso de dar positivo su conductor.

Kit de detección de alcohol en aire respirado
Hace más de un año que se anunció esta posible medida por el jefe del estado francés, en noviembre de 2011,pero lo cierto es que la medida es ahora una realidad tras publicarse oficialmente en el “Journal Officiel” de la república Francesa y que cito textualmente:
“Tout conducteur d’un véhicule terrestre à moteur, à l’exclusion d’un cyclomoteur, doit justifier de la possession d’un éthylotest, non usagé, disponible immédiatement et l’éthylotest mentionné au premier alinéa respecte les conditions de validité, notamment la date de péremption, prévues par son fabricant”
Que traducido viene a decir lo siguiente:
Todo conductor de un vehículo a motor terrestre, a exclusión de los ciclomotores, debe justificar la posesión de un test de alcoholemia, no usado disponible inmediatamente y el test de alcoholemia mencionado en el primer párrafo cumplirá con las condiciones de validez incluyendo la fecha de caducidad proporcionada por el fabricante

Estrategias contra el alcohol al volante
En principio, la medida afectará a todos los vehículos, excepto ciclomotores, que circulen por el país, por lo que los extranjeros también deberán respetar la ley y llevar un alcoholímetro a bordo. Por tanto, si vamos hacia el norte y cruzamos los pirineos habrá que llevar en la guantera de nuestro coche un aparato que detecte la presencia de alcohol de nuestro organismo. Habrá que esperar a los tipos de alcoholímetros que serán autorizados para elegir el más adecuado si queremos evitar la multa.
Hace tiempo repasamos las normas de circulación sobre el alcohol y sus efectos y vimos, entre otras cuestiones, cómo el análisis del alcohol a través del aire espirado constituye un elemento de gran importancia en la política de prevención contra la conducción bajo los efectos del alcohol. De ahí, que los habituales controles de alcoholemia, como estrategia a favor de la seguridad vial, sigan siendo una de las batallas contra aquellas personas que tienen la falsa creencia errónea en cuanto a la capacidad de aguante y tolerancia al alcohol. Lo cierto es que por cada incremento del nivel de alcohol en el organismo se produce un incremento paralelo de sufrir un percance o incidente.

Factores que tienen una relación directa con el grado de alcoholemia
·  La edad, sexo, peso y naturaleza de las personas. Los menores de 25 años y los mayores de 60 son más vulnerables a los efectos que produce el alcohol. Las personas más pesadas suelen tolerar mejor el alcohol, pero no es una norma matemática. En general, los hombres suelen aguantar más que las mujeres, pero la incorporación de la mujer a la vida laboral ha equilibrado muchas costumbres, entre ellas la de tomar alcohol. De todos modos, a igual peso y cantidad de alcohol, la mujer presenta un nivel de alcoholemia más elevado que el hombre.
·  La cantidad, graduación de alcohol y tiempo transcurrido. No es lo mismo tomarse dos cañas de cerveza que dos copas de coñac. También, con el estómago vacío se absorbe en unos 30 minutos, mientras que con alimentos la mayor concentración se alcanza a la hora. Por eso, también puede influir el tipo de alimento y la cantidad ingerida de cada alimento. Una comida pesada puede distribuir mejor el alcohol en la sangre que una comida vegetariana por ejemplo.
·  La fatiga, el sueño o el cansancio pueden multiplicar el riesgo de accidente si a ellos se suma el alcohol o la combinación con drogas. También puede tener efectos imprevisibles el hecho de encontrarse bajo tratamiento médico o bajo la ingesta de alguna medicina, ya que multiplican aún más el riesgo de sufrir un accidente. Y por último, los efectos emocionales con tendencia al alcoholismo pueden pasar factura si se confunde la actividad de conducir con una práctica de desahogo.
Primero soplas y después…
No cabe duda de que esta nueva regulación puede ampliarse al resto de países europeos y por tanto dará mucho que hablar. Y pienso que hay dos cuestiones que deben regularse en cuanto a la instalación de alcoholímetros en vehículos particulares. Por un lado, habrá que regular si los dispositivos de detección de alcohol que se lleven en el coche podrán ser portátiles o saldrán de serie y después la obligación o forma de someterse a las pruebas. Habrá que diferenciar la obligatoriedad del conductor profesional frente al conductor particular y si el desplazamiento es para ir al trabajo o es de madrugada y de regreso tras haber celebrado una fiesta. Aunque me temo que si el planteamiento es una mera exigencia, llevar un alcoholímetro en la guantera del coche, al final acabará como un trámite más para poder circular.
Pienso que llevar en la guantera del coche un alcoholímetro es una forma de concienciarse y comprometerse de alguna manera con uno de los factores de mucha influencia en la siniestralidad vial como es el hecho de conducir bajo los efectos del alcohol. Una conducta que tiene que ser perseguida para garantizar la circulación del resto de usuarios. Por lo tanto, si copiamos esta medida, como otras que se han copiado, como el modelo del permiso de conducir por puntos, pues bienvenida sea. Eso sí, habrá que predicar con el ejemplo, que falta nos hace.
La presencia del alcohol en los siniestros de tráfico o con ocasión de utilizar un vehículo ha pasado a ser una de las causas principales de mortalidad vial. De ahí, que las autoridades francesas estén planteando la posibilidad de que un juez pueda imponer a una persona condenada por haber conducido bajo los efectos del alcohol la obligatoriedad de introducir en su vehículo un alcoholímetro que bloquea el arranque. La idea no está nada mal, es una forma de perseguir al reincidente. Pero, ¿cómo se garantiza que la persona sometida a la prueba de alcoholemia es el mismo conductor y no otra persona?