Cuando se produce un accidente
con víctimas, es posible que algunas de ellas sean víctimas mortales. En
todo caso, esas víctimas muy probablemente tienen familias, seres queridos,
allegados. La desgracia del accidente no se reduce, pues a las víctimas, ya
sean mortales, heridos graves, heridos leves o simples personas en estado de
shock.
La onda expansiva del accidente y de
las circunstancias que rodean a las víctimas da de lleno en sus
familias, y por eso muchas veces se echa en falta el apoyo necesario para
superar esos trances. Es posible que los familiares y personas cercanas de
las víctimas de tráfico sean el colectivo históricamente más olvidado, no por
las asociaciones sino por la sociedad en general. La DGT anuncia
que habrá una unidad de atención exclusiva para las víctimas y sus familiares.
Antes de seguir, me parece muy
positivo que se ponga en marcha esta iniciativa por parte de la DGT y
su directora, María Seguí, ya que es muy penoso verse en la
situación de tener que vivir la desgracia de un familiar y no saber
cómo actuar, cómo superar la pérdida o cómo llevar la nueva situación vital de
ese familiar que ha tenido el accidente. Aclaro que no me he visto en esa
situación personal a nivel familiar, pero sí que tuve cierto impacto
emocional en el accidente (mortal) de un conocido. A pesar de la poca
relación en el tiempo, aquello me afectó bastante y no puedo imaginar lo que
será para la familia.
Al encuentro con la
directora de la DGT han acudido las siguientes asociaciones (y cito
textualmente):representantes de la Asociación para el Estudio de la Lesión
Medular Espinal (AESLEME), Federación Nacional Aspaym (Asociación de
Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos), Asociación Estatal de
Víctimas de Accidentes (DIA), Asociación de Ayuda y Orientación a afectados
por Accidentes de Tráfico (Stop Accidentes), Asociación para la Prevención de
Accidentes de Tráfico (PAT) y la Federación Española de Daño Cerebral
(FEDACE), Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad
(CERMI), Amputats Sant Jordi y AVATA – Hispania.
Desde Circula Seguro incidimos muchas
veces en la necesidad de prevenir, en la importancia de respetar las
normas, el entorno, los conductores que nos rodean,… Siempre ir a la
carretera con la firma convicción de que está en nuestra mano, en un alto
porcentaje, llegar a salvo a nuestro destino. Sin embargo existe un
“elemento inesperado”, ajeno, que es la actuación de terceros: cómo
actúen los demás. Si todos fuésemos conductores perfectos no habría más
accidentes que los inevitables o altamente improbables: reventón, nos cae un
rayo, nos aparece una vaca lechera delante en las condiciones más improbables
de la historia… No somos conductores perfectos, y hay accidentes.
Que exista un organismo oficial que de
apoyo a las familias de las víctimas en los primeros momentos tras el
accidente me parece fundamental y muy de agradecer. Con
todo, lo que siempre esperamos y deseamos es que no existan accidentes ni
víctimas mortales, ni una sola.
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