Desde el pasado lunes día 21 y
hasta el próximo domingo 27 de mayo, la DGT ha puesto en marcha una nueva campaña intensiva de
vigilancia y control de motocicletas con el objetivo de reducir su elevada
participación en la siniestralidad vial. Y no es para menos, ya
que, en el primer cuatrimestre de este año ya han fallecido 54 motoristas y 11
ciclomotoristas en accidentes ocurridos en vías interurbanas.
También y desde octubre del año
pasado la DGT, a través de la empresa Dephimatica, se está realizando una investigación sobre los usuarios de vehículos
de dos ruedas. Se pretende conocer los distintos perfiles de motoristas en
función de su movilidad y exposición al riesgo para poder diseñar acciones
concretas que ayuden a seguir reduciendo la accidentalidad del colectivo.
Un colectivo de usuarios formado
por más de cinco millones, entre conductores de motocicletas y
ciclomotores, que estará en el punto de mira de la DGT coincidiendo
con la llegada del buen tiempo.
La
conducta del conductor como atributo
Algunas de las infracciones que
más controlan en carretera los agentes de tráfico son la velocidad,
adelantamientos incorrectos y el uso del casco. Si se trata de controles
rutinarios e informativos se inspeccionará la documentación aportada por el
conductor como, por ejemplo, el permiso de circulación, características del
vehículo para ver si coinciden los datos con los que figuran en la tarjeta ITV.
El respeto a la moto empieza con
el respeto hacia los demás a la hora de realizar una conducción segura.
El protagonista en la tarea de conducir es la persona que maneja los mandos del
vehículo dentro de unas normas conocidas y aceptadas tras la obtención de la
autorización para conducir. Por tanto, si somos conscientes de ello tenemos que
asumir que las inspecciones están para garantizar la seguridad vial de
todos y el que incumple o transgrede las normas tendrá que dar alguna
explicación al respecto.
Podemos cambiar las normas, los
radares de sitio, modificar las vallas de seguridad, mejorar la señalización,
realizar miles de controles por parte de los agentes de tráfico pero la
conducta del conductor es la que prevalece. Si no hay una buena educación y
formación vial tampoco habrá conductores concienciados con el problema de la
siniestralidad.
Y lo más importante, no
existe un reciclaje o curso de renovación teórico y práctico para los
conductores de cualquier tipo de vehículo. De hecho, hoy por hoy, cualquiera
que tenga el permiso de conducción obtenido en España de la clase ‘B’ con una
antigüedad de tres años desde su obtención y quiera conducir por nuestra red
vial una motocicleta de hasta 125 cc, con recoger la moto del concesionario no
tendría ningún problema.
Primero
conocer y después…
Las normas como las medicinas
también tienen sus efectos secundarios. Por un lado hay que
analizar el origen del precepto reglamentario para llegar a entender si lo que
vamos a tratar es conveniente o no. Puede ocurrir que una norma favorezca sólo
a un determinado colectivo y a su vez perjudicar a otros. Como, por ejemplo, el
carril bici impuesto entre el carril derecho y la acera que ha
beneficiado sólo a los ciclistas.
Ahora bien, si en el ejemplo
anterior, el carril bici es de nueva construcción pues seguro que no
perjudicará a nadie. Y eso, pienso, es precisamente lo que habría que hacer con
las normas. Siempre será más fácil crear una nueva norma para
hablar sobre su conveniencia que tener que dar explicaciones sobre los motivos
de su reforma y ya sabemos por experiencia que los motivos están muchas veces
condicionados y predispuestos a un conflicto de intereses.
Si el estudio que pretende la DGT es
simplemente reformar la norma que tenemos actualmente, poco avanzamos. Sin
embargo, la adaptación a la nueva norma establecida es como aplicar los
neumáticos adecuados al tipo de asfalto, es decir, no nos queda otra si
queremos seguir rodando. Por otro lado, quién mejor que nosotros como
conductores para dar a conocer nuestros conocimientos, actitudes,
comportamientos y creencias en torno a la seguridad vial. Si quieren que
participemos, hagamos la encuesta.
Fuente : Circula Seguro