La alergia es una
hipersensibilidad a una sustancia particular que si se inhala, ingiere o se
toca produce unos síntomas característicos.
En primavera el número de pólenes
en el aire y de personas con síntomas alérgicos aumenta
considerablemente. El picor de ojos, la congestión nasal, el lagrimeo,
molestias por la luz, el estornudo y el hecho de sonarse continuamente la nariz
son los síntomas propios de las alergias.
Dichos síntomas condicionan la
tarea de conducir. Por lo tanto, es importante acudir a un médico para
que nos informe del tratamiento adecuado así como también debemos conocer las
incompatibilidades que puedan existir si decidimos utilizar el coche.
Aunque los síntomas y
respuestas alérgicas varían según la persona, hay tratamientos,
consejos y medidas que tenemos que tener en cuenta para evitar riesgos al
volante. Por ello, vamos a tratar su influencia en la seguridad vial dando
algunos consejos para una conducción segura.
Alergia
y conducción
Se estima que la temporada de alergias durante este año sea la más
larga e intensa de los últimos años, según una investigación del grupo
Gallup-Healthways, consultora de salud en los EE.UU.
Las alergias pueden variar en
función de la zona en la que se viva, el tipo de polen al que se está sensibilizado
y la época en que polinizan las plantas. Sus síntomas son parecidos a los de un
simple resfriado. La diferencia radica en que los síntomas alérgicos siempre
se repiten en las mismas épocas del año, no producen fiebre y provocan fuertes
picores de ojos. Curiosamente, esos picores mejoran o desaparecen si llueve
pero que vuelven a aparecer cuando deja de llover.
Si conducimos padeciendo algún
tipo de alergia tenemos que saber que nuestra capacidad para conducir puede
verse influenciada y por tanto aumentamos la posibilidad de sufrir
cualquier incidente o siniestro vial. Es importante conocer los síntomas
propios de dicha patología así como también la medicación que estamos tomando.
Tenemos que pensar que tras un
accidente puede existir una distracción motiva por el cansancio o fatiga
visual, por un dolor de cabeza, por una reacción inesperada que nos hace
reducir la atención en la conducción. Son los síntomas que nos produce
la alergia y que también nos puede afectar si tomamos ciertos
medicamentos.
Contando con la ayuda del Dr.
Josep Serra, sabemos que algunas patologías y medicamentos pueden
resultar incompatibles con una conducción segura. En el caso de las alergias,
los ataques de tos en rachas o estornudos acompañados de lagrimeo pueden
provocar pérdidas transitorias de conciencia. Razón más que suficiente para
evitar conducir bajo algún episodio o tratamiento alérgico.
Algunos
consejos ante las alergias
- Utilizar gafas de sol para evitar los
rayos perjudiciales del sol y deslumbramientos. No obstante, es
conveniente evitar atardeceres y amaneceres ya que son las horas del día
en las que más concentración de polen hay.
- Viajar con las ventanillas del coche cerradas para
evitar que entre polvo o sustancias nocivas. Es conveniente, de vez en
cuando, hacer una limpieza integral del habitáculo del coche para eliminar
los ácaros en asientos y moqueta.
- Evitar el transporte de mascotas, si no
están separados del espacio del conductor, sobre todo perros y gatos, ya
que aumenta la posibilidad de que nos produzcan algún tipo de alergia por
encontrarse en un espacio cerrado y reducido.
- Revisar y sustituir el filtro del aire para
disponer de un aire limpio en el interior del coche, ya que estos filtros
son una eficaz protección contra el polen, el polvo, las partículas de
hollín y frente a microorganismos como son las bacterias, los hongos y las
esporas.
- Evitar beber y fumar durante la conducción,
primero por ser una causa de distracción al volante por la pérdida de
concentración y también por el hecho de que puede producir ataques de tos
o agravar un estado alérgico.
- Prevenir y cuidar la medicación en la
época primaveral si vamos a conducir. En los casos de padecer una crisis
por polen asmática, síntoma de ahogo o silbido en la respiración, lo
mejor: parar fuera de la calzada o en el arcén y usar broncodilatadores.
También es importante tener en cuenta, antes de conducir, que hay fármacos
que sedan o relajan hasta el punto de provocar sueño.
Por último, hay que tener en
cuenta los efectos secundarios de algunos medicamentos, como por
ejemplo, analgésicos, antibióticos, anti-inflamatorios y antihistamínicos que
pueden afectar seriamente nuestro comportamiento en la conducción. De ahí la
importancia que tiene poner en conocimiento de nuestro médico nuestro estado de
salud, consultar las contra indicaciones y leer bien el prospecto de los
medicamentos antes de utilizar el coche para no poner en peligro nuestras vidas
y la de los demás.
Asesoramiento | Dr. Josep Serra