En 2006, el Reglamento de
Circulación estableció que tanto conductor y pasajeros deben utilizar
el cinturón de seguridad de un autobús siempre y cuando éste esté
equipado con los mismos. Asociada a esta obligación, que no es difícil
comprobar que muy poca gente cumple, desde 2007, una directiva europea obliga a
que todos los autobuses nuevos cuenten con este tipo de sistema de retención.
Si tenemos en cuenta la continua
renovación del parque de vehículos de las grandes compañías, en España el
pastel se lo reparten 3-4 operadores, nos debería dar como resultado que un 75%
de los usuarios debería utilizar los cinturones de seguridad. Pero como ya dije
antes, no hace falta mirar mucho para comprobar que muy poco viajeros
hacen uso del mismo.
En esto quizás algún control más
por parte de la Guardia Civil, no todo en la vida es el exceso de velocidad y
el uso del teléfono móvil (ojo, no digo que no sean necesarios), o un
recordatorio por parte de los conductores antes de comenzar el viaje, aunque
luego nadie les haga caso, no estaría mal.
Las
razones de hacer hincapié en el cinturón son tan sencillas como hacerlo
cuando viajamos en un automóvil. Pero si en el caso de los vehículos pequeños
es fundamental, en un autobús es todavía más importante. Las
particulares características de los accidentes de autobus hace que los
ocupantes estén mucho más expuestos a sufrir graves consecuencias en
caso de colisión.
Las características de un autobús
hacen que en caso de accidente, la posibilidad de vuelco sea elevada. En este
caso, los pasajeros que no hacen uso del cinturón tienden a chocar con
casi todo. Los pasajeros son proyectados incluyendo la posibilidad de salir
del vehículo e impactar con elementos del exterior como señales, árboles u
otros vehículos. Además en los vuelcos laterales pueden llegar a impactar
directamente contra el suelo.
En el caso, tan simple, de hacer
uso del cinturón, en caso de accidente, los pasajeros quedan “anclados”
al asiento y aunque no se libran de la posibilidad de sufrir lesiones,
estás suelen ser de caracter leve. Todo esto, sumado a las células de seguridad
que los modernos autobuses presentan, pueden conseguir la reducción en la tasa
de mortalidad de este medio de transporte. Todo sea dicho de paso, el
más seguro según las estadísticas.
Fuente: Tráfico y Seguridad Vial