7 de agosto de 2011

Para ir al centro, mejor en bici

La bicicleta es un medio de transporte al alcance de cualquiera. Sólo se necesita estar bien físicamente y tener disponibilidad para plantearse una nueva movilidad, al menos, más rentable. La inversión es insignificante si la comparamos con la compra de cualquier vehículo con motor.

Además, permite una nueva convivencia más saludable y limpia. No nos podemos reprochar que somos responsables de contaminar el medio ambiente. Si a todo esto,  se añade que podemos disfrutar de la bicicleta como un paseo más, pero a pedales, hacemos más fácil la ida y vuelta.

Por un momento, olvidemos nuestra dependencia al coche. Esa parada obligatoria que es común para los automovilistas (tener que repostar el depósito del vehículo) para los usuarios de la bici, no existe. Simplemente bastará una bebida refrescante para poder continuar el viaje

El uso de la bicicleta como alternativa a otros medios de transporte va a depender del recorrido que tengamos que realizar para ir desde casa al trabajo y viceversa. Evidentemente, si nuestro trabajo está a una distancia considerable no compensará utilizar la bicicleta. Por eso, no podemos descartar el uso de los medios de transporte tradicionales: Coche, ciclomotor o moto, metro o autobús. No importa el orden, cuando la prioridad es llegar y regresar cuanto antes y poder disfrutar más de nuestro tiempo de ocio. La adaptación a ese nivel de posibilidades estará sujeto al poder adquisitivo de cada uno. Por tanto, para elegir el modo de transporte más rentable y sostenible, sería cuestión de hacer números y calcular el costo de nuestros desplazamientos habituales.

Si planteamos nuevas formas de movilidad urbana orientadas a proporcionar una mayor calidad de vida, como es el uso de la bicicleta, no cabe duda, de que además de mejorar nuestros actuales modos de transporte, mejoramos nuestras ciudades. El uso desproporcionado de los medios motorizados, como es el caso de los turismos ocupados por una sóla persona puede ser el causante de los atascos y aglomeraciones de nuestro sistema viario público por la falta de espacio. Por eso, las concentraciones de viviendas, cada vez más distantes del centro, están condicionadas a tener que utilizar los transportes públicos dejando a un lado el uso del coche. 

Ventajas del uso de la bicicleta por ciudad
Menos tiempo en los desplazamientos. Sobre todo en las distancias cortas es donde se nota más por las congestiones de tráfico que suelen tener los centros de las ciudades. Los escasos estacionamientos hacen que la circunvalación que rodea el casco urbano sea más usada por vehículos motorizados. Sin embargo, la red vial de que disponen las bicicletas han sido diseñadas para compatilizar la movilidad entre los peatones.

Ganamos en emisiones contaminantes. El hecho de ir a pie o en bicicleta, la contaminación atmosférica y acústica es cero. Por tanto, fomentar la practica del uso de la bicicleta combinado con las calles peatonales, además de tener un efecto beneficioso para la salud, conseguiremos sustituir el uso de vehículos motorizados que son los que contaminan.

Más salud, más calidad de vida. Desde reducir el riesgo de enfermedades del corazón hasta el retraso de la invalidez al prevenir y controlar los problemas físicos como la osteoporosis, la diabetes, la obesidad, y algunos tipos de problemas de orden múscular y de huesos. Evita el sedentarismo en la etapa escolar entre los más jóvenes, mientras que en las edades más avanzadas el ejercicio moderado y continuado, constituye la terapia básica para una vida saludable.

Después de todas estas ventajas que presenta el uso de la bicicleta como medio de transporte, pregunto: ¿Hay alguna excusa para no ir al centro en bici? Se aceptan sugerencias