29 de marzo de 2011

Conducir sin carnet, o cómo jugar con fuego


Ya hemos hablado de la necesidad de circular amparados por el seguro del coche, porque ante la menor eventualidad podemos meternos en un lío bastante gordo como ocasionemos perjuicios a terceros. Pero en ese supuesto, hablamos de gente que no tiene el permiso de conducir.

Hay una variedad más extrema de este juego de ruleta rusa, que es conducir sin carnet y por supuesto sin seguro. Aunque el coche esté asegurado, no se puede conducir sin carnet, es un delito contra la seguridad vial desde hace tiempo, y las consecuencias no son agradables. Nunca sabemos cuándo puede pararnos un agente.

De toda la vida ha habido gente que ha conducido sin pisar la autoescuela. Unos lo han hecho de adolescentes, otros mientras no han podido costearse la formación y otros por motivos diversos. Algunos de esos conductores han aprobado con cierta facilidad el carnet, incluso con pocas clases prácticas.

Todos los que tenemos el permiso hemos pensado en alguna ocasión que lo de los carnets es un incómodo proceso burocrático en el que solo te enseñan a circular y a pasar un examen… Bueno, y otras cosas que no se aprecian bien.

De profesor de autoescuela nos puede tocar un buen profesional o un mal profesional, pero un padre, un hermano, o un tío… no son un profesor de autoescuela (a menos que se ganen la vida así). El profesor, aparte de ser un posible compañero incómodo, está atento a todo lo que hacemos y al exterior, no va simplemente calentando el asiento. Verá lo que nosotros no vemos y puede evitar un accidente con solo tocar los pedales.

Aunque se nos trate de enseñar con la mejor intención, se nos enseñará mal. Un conductor con vicios nos pegará los suyos, habrá varias lagunas del código de circulación que no conoceremos y estaremos literalmente desnudos ante una situación comprometida que antes no hemos contemplado ni nuestros improvisados profesores con parentesco o afinidad.

No hay justificación alguna para conducir sin pasar por la autoescuela. Alguno dirá que así se aprueba antes y por menos dinero. En todo caso se gana algo de soltura y confianza, pero con malas bases. También hay gente que ha conducido sin carnet, y cuando va a la autoescuela, le toca aprender otra vez y el ahorro económico se esfuma.

Por aprender a cambiar de marchas, aparcar y a mover el volante uno no está capacitado para conducir o para aprobar el examen, gente que reúne esas mínimas habilidades suspende el práctico todos los días. Se tiene que tener un notable dominio de la jerga vial, las señales, las situaciones que pueden aparecer… y además de todo eso, algo de suerte.

Lo que la suerte da, la suerte puede quitar, existe la mala suerte. Puede que en determinados lugares la vigilancia parezca inexistente, problema es cuando la hay, o cuando haya un pequeño accidente y ni siquiera sea nuestra culpa. Estaríamos en el momento y lugar inadecuados, y sin el amparo del seguro. Horror.

El papeleo y el papelito tienen su razón de ser, y son un mal necesario. Los conductores sin carnet son un cáncer para la seguridad vial, y ellos quizás no lo saben, porque pensarán que ya saben conducir mejor que muchos “novatos”. Todos hemos sido “novatos”, pero no todos nos hemos “pasado de listos”.

No pediremos a nadie que delate a amigos, familiares o allegados que van sin carnet ante la policía, eso sería excesivo, pero seguro que hay alguna forma de hacerles ver que lo que están haciendo no solamente es ilegal, es correr un riesgo altísimo por mucho que ellos controlen o crean controlar.

Fuente: Circula Seguro...