31 de enero de 2011

Los mayores de 65 años representan un 10% de los conductores españoles


La población española está envejeciendo. Las cifras hablan por si sóla y ya uno de cada diez conductores supera la barrera de los 65 años. A pesar de que en algunos países se promueven políticas para que los mayores dejen de conducir, desde algunas entidades como la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología se promueve que los mayores sigan conduciendo y manteniendo su autonomía.

Aquí las cifras juegan a su favor, ya que a pesar de representar el 10% de los conductores, los mayores de 65 años sólamente están implicados en un 5% de los accidentes. A pesar de la edad, la experiencia juegan un papel fundamental, aunque en su caso también afecta a los datos que la cantidad de personas mayores conduciendo es menor.

A pesar de ello nadie puede descuidarse. Los consejos habituales a la hora de conducir se vuelven fundamentales. Descansos más frecuentes, revisiones de vista y oído, evitar conducir bajo condiciones especiales como la noche o las malas condiciones climáticas y tener en cuenta que la medicación para ciertos estados patológicos influye a la hora de conducir harán que la conducción de nuestros mayores sea tan placentera y segura como siempre.

Por contra, y haciendo referencia a la experiencia antes mencionada, uno de los principales riesgos de los mayores son los excesos de confianza. Asociado a esto, la disminución en principios tan básicos para la conducción como las capacidades de reacción y de decisión tienes sus consecuencias. Los errores de los mayores vienen por la omisión, por la lentitud a la hora de realizar las maniobras y por la dificultad a la hora de analizar situaciones.