La distancia de seguridad es
un concepto fundamental en la seguridad vial. Lamentablemente la realidad
demuestra que es muy complicado que todos los conductores mantengan la
distancia de seguridad correcta, porque no saben realmente cuánto es,
o porque no quieren. De manera muy general podríamos definir la distancia de
seguridad como el margen de separación entre nuestro vehículo y otros vehículos
que comparten el mismo entorno para evitar problemas.
De hecho al hablar de distancia
de seguridad hay que explicar que debemos entender que hay hasta tres
distancias de seguridad diferentes. La primera es la que podemos llamar
frontal, entre nuestro vehículo y el que nos precede. La segunda es la distancia lateral, entre nuestro vehículo y los
vehículos que están a nuestra derecha o a nuestra izquierda. La tercera es la distancia
trasera, y hay que tenerla en cuenta cuando adelantamos a otro vehículo.
Ya sea en una vía con un solo
carril por sentido de circulación, como en una con varios carriles para cada
sentido, hay que respetar tanto la distancia lateral como la distancia trasera,
o de retorno al carril. Cuando vamos a adelantar a otro vehículo
podemos acelerar y acercarnos a él, reduciendo brevemente la distancia de
seguridad frontal justo antes de cambiar de carril hacia la izquierda para
proceder a sobrepasarle (y por supuesto mirando bien por el espejo retrovisor izquierdo antes
de hacer nada, para asegurarnos de que no viene nadie).
En el momento de sobrepasarle hay
que dejar la separación lateral suficiente. En el caso de adelantar a una
bicicleta es muy importante que sea como mínimo de 1,5 m. Cuando ya
hayamos sobrepasado al otro vehículo es cuando llega el momento de volver al
carril.
Utiliza
también el espejo retrovisor interior
En esta situación también hay que
guardar una distancia de seguridad. Es muy importante retornar al carril lo
antes posible, cierto, sobre todo si estamos hablando de un adelantamiento en
carretera secundaria con un único carril por sentido. Sin embargo, salvo un
caso extremo, no se puede volver al carril demasiado pronto como para
echarnos encima del vehículo adelantando y comprometer su seguridad.
Hay ocasiones en las que algunos
conductores que adelantan a otro vehículo retornan tan pronto, que casi rozan
con la parte posterior de su vehículo la parte delantera del vehículo
adelantado. Si tienen problemas para calcular las distancias, separaciones y
dimensiones de su vehículo no deberían conducir. Esto puede provocar un susto y
un frenazo al conductor adelantado, e incluso cosas peores.
Para retornar al carril al
adelantar a otro vehículo primeramente hay que mirar siempre por el espejo
retrovisor derecho que podemos hacerlo. Hay que tener cuidado con el ángulo
muerto y debemos tener en cuenta que las distancias pueden verse deformadas en
los espejos retrovisores exteriores, sobre todo si son curvados (de tipo gran
angular, para reducir el ángulo muerto). Puede parecer que hay más separación de
la real.
Por tanto debemos dejar más
margen y esperar algo más hasta volver al carril. ¿Cuánto más? Pues un consejo
es utilizar también el espejo retrovisor interior: en cuanto el
vehículo adelantado aparece en el espejo retrovisor interior hemos
dejado una distancia de seguridad por detrás de nosotros suficiente, que será a
su vez la distancia de seguridad frontal para ese vehículo.
Como recordamos tantas veces:
nunca nos olvidemos de utilizar los espejos retrovisores siempre.