Circulas tranquilamente por la
carretera y, cuando menos te los esperas, tienes que detener el coche en apenas
unos segundos. Está claro que lo que debes hacer es frenar, pero, ¿sabes cómo
hacerlo sin perder el control del coche?
Así tienes que actuar.
1.
Preparados, listos, ¡ya!
Si necesitas frenar rápidamente, aplica
la máxima presión posible sobre el pedal del freno. No modules la
intensidad ni la hagas decrecer al sentir las pulsaciones provocadas por la
entrada en funcionamiento del ABS; éste se encargará de conseguir la máxima
efectividad sin que importe la pericia del conductor, siempre que se mantenga
la presión sobre el circuito hidráulico.
2.
Calcular la distancia
La mejor fórmula para conocer tu distancia
de frenado en circunstancias normales, incluido el tiempo de reacción,
es calcular el cuadrado de la primera cifra de la velocidad a la que
circulas. Por ejemplo, a 90 km/h recorrerás 81 metros (9x9).
3.
Mejor, en recto
Lo ideal para frenar es hacerlo
en línea recta, para que las dos ruedas de cada eje soporten las mismas
fuerzas, aunque el tren delantero aguanta una mayor intensidad.
4.
Detención repentina
Frena lo máximo posible sin
quedarte pegado al vehículo que te precede, dejando cierto espacio de
seguridad con él. Pero no olvides que tienes que estar pendiente del
coche que viene por detrás: vigila que ha detectado la nueva situación. Si
observas alguna irregularidad, aprovecha esa distancia de seguridad extra para
acercarte al vehículo de delante; si barruntas un posible alcance, escapa, si
puedes, mejor por la derecha.
5. Obstáculo en
la calzada
Ante este imprevisto, es
fundamental perder velocidad antes de dar el mínimo golpe de volante: el
movimiento del volante aceleraría la transferencia de la masa y podría provocar
el derrapaje o el vuelco de nuestro vehículo.
6.
Atención a la velocidad
Ir en fila a velocidad media o
alta se puede convertir en peligroso en caso de brusca deceleración. Piensa
siempre en una posible escapatoria. Si circulas por el carril de la derecha, no
dudes en usar el arcén para evitar el choque.
7.
Utiliza el freno motor
Una de las formas de disminuir la
velocidad del vehículo es hacer uso de la caja de cambios. Esta
maniobra puede resultar de gran utilidad es descensos prolongados, como pueden
ser los puertos de montaña.
8.
Frenada de emergencia
Pisa a fondo el freno y el
embrague para evitar calar el motor —tranquilo, no te quedarás
desarmado ante lo que venga detrás y después— y para que el cambio
no interfiera negativamente en la operación.
9. ¿Se
puede frenar en una curva?
Lo mejor es adecuar la velocidad
antes de comenzar a trazar la curva pero, si es necesario frenar, lo
puedes hacer con suavidad. Si pegas un zapatazo al pedal del freno, el
coche podrá sufrir un subviraje y perderás el control.
10.
Mira donde debes
No falla, si tienes que detener
el coche por una emergencia, allá donde fijes los ojos irá el vehículo. Céntrate
y enfoca tu mirada al punto donde quieres detenerte.