26 de enero de 2012

En caso de golpe con el coche, visita al médico




No es la primera ni será la última vez que en Circula Seguro se habla sobre las lesiones derivadas de un siniestro vial que quedan sin resolver adecuadamente en la consulta de un médico. 




Las consecuencias de decir “no ha sido nada” y proseguir la marcha ignorando el golpe que acabamos de sufrir pueden ir desde el agravamiento de una lesión por latigazo cervical hasta, en el peor caso, la muerte.

No es cosa de meter miedo a nadie, sino simplemente de poner cara a un problema que muchas veces ninguneamos tras un siniestro que para el coche ha representado un golpe en la chapa y poco más. Sucede que al vernos indemnes por fuera nos creemos ilesos por dentro, y no siempre es así.

Dejadme que os hable de un empresario llamado Ricardo Fisas, nacido hace 83 años y famoso en círculos de emprendedores por haber creado con 50 años la empresa de cosméticos Nature Bissé aprovechando una indemnización por despido y la prestación por desempleo. Se trata de uno de esos referentes que pasó por los puestos de mando de Nestlé y de la empresa de golosinas Wrigley. Un hombre destacado, vamos.
El sábado murió en Barcelona. Había sufrido una colisión por alcance junto con otros vehículos que habían quedado detenidos en la autopista, en los túneles de Vallvidrera de la capital catalana. Un vehículo llegó y se estrelló contra la caravana de coches que había en aquel atasco. Es uno de esos siniestros que uno no acaba de comprender cómo es posible que sucedan, pero sucedió.

Aquí podemos abrir un inciso y hablar de la conveniencia de dejar distancias enormes entre coches cuando llegamos a una retención, por lo que pueda pasar. Y más aún, si el atasco sucede dentro de un túnel, donde la visibilidad suele ser menor de lo normal (aunque en el caso concreto que nos ocupa, hablamos de un túnel bien iluminado y acondicionado, la verdad). En cualquier caso, siempre es mejor prevenir.
A pesar del choque, Fisas no sufrió daños, aparentemente. Su cabeza golpeó el reposacabezas, pero poco más. Viendo cómo estaba el lío de la autopista, dio media vuelta y volvió a su casa. Una vez allí, empezó a sufrir dolores de cabeza y vómitos, por lo que fue trasladado al hospital de urgencias. Demasiado tarde: el derrame cerebral acabó con él.

Resulta ocioso debatir si el final de esta triste historia habría sido el mismo si el empresario hubiera sido atendido justo tras el choque, pero de este caso podemos, debemos, sacar una conclusión clara: nunca somos los mejores médicos para nosotros mismos. Ni siquiera los doctores en Medicina suelen serlo, así que en caso de sufrir un golpe con el coche, mejor acudir al médico. Por lo que pueda ser.