El estudio “Prioridades en España en   la seguridad de los peatones: niños, adultos y mayores 2005-2010” de la   FUNDACIÓN MAPFRE revela el dato de 68.000 españoles atropellados durante   los últimos años. De ellos, 3.300 perdieron la vida y 13.500 fueron heridos   de gravedad, siendo los principales afectados los menores de 14 años   y los mayores de 65, las dos franjas más sensibles a este tipo de   siniestro vial. Las circunstancias que   suelen rodear a los atropellos son: circulación en ciudad, plena luz del día,   horario escolar y meses de abril a junio. Las causas más   frecuentes del lado del conductor son infracciones, distracciones y velocidad   inadecuada en un 60 % de los casos, mientras que el peatón comete   imprudencias como cruzar por lugares indebidos o con poca visibilidad en un   40 % de los siniestros. El objetivo del informe presentado   esta mañana en Sevilla era analizar la siniestralidad de los peatones y   aportar datos sobre las circunstancias en las que se producen los atropellos,   los motivos por los que suceden, las comunidades con mayor número de   víctimas, y las medidas que contribuyen a reducir este tipo de   siniestros. De la información contenida en el   informe, destaca que la reducción registrada en número de niños que han   resultado víctimas de un atropello durante los últimos cinco años es mucho   menor que la ocurrida en adultos y mayores. Cada día, 20 niños   resultan lesionados en atropellos; cada semana, 4 resultan gravemente   heridos por esta circunstancia; y cada dos semanas fallece un menor tras ser   atropellado. Además, es curioso que de entre los   niños atropellados con resultados de herido grave o fallecido el   número de varones casi triplica al de las niñas atropelladas,   especialmente a partir de los 7 años de edad. ¿Habrá un factor determinante   en el género de nuestros menores? Atropellos en   ciudad, con semáforos y pasos de peatones Por lo general, cerca del 70 % de los   atropellos a peatones se registra en ciudad y el resto se   concentra en carreteras, típicamente autonómicas convencionales de un solo   carril para cada sentido de la circulación, y también cuando el peatón cruza   la calzada fuera de una intersección. De todos los atropellos, especialmente   cuando hablamos de turismos y furgonetas como vehículos participantes en el   siniestro, un 40 % sucede en zonas con semáforos y en   lugares con pasos para peatones, y es que todavía hay mucha tendencia a no   respetar la prioridad de paso del peatón. También suceden en   lugares donde los peatones se sienten seguros, como aceras,   refugios y arcenes de la carretera. Las horas más peligrosas para los   menores de 14 años son las comprendidas entre las 2 y las 3 de la tarde y las   5 y las 9 de la noche, coincidiendo con las salidas y entradas de los   colegios a mediodía y por la tarde. En el caso de adultos, los   atropellos graves o mortales se producen en horas nocturnas,   principalmente entre las 6 y las 9 de la noche. Paradójicamente, el estudio también   subraya que factores como reparar un vehículo en el arcén, unas condiciones   meteorológicas poco favorables, la circulación poco fluida o un vehículo y   una calzada que no estén en perfecto estado, no influyen directamente   en la consecución de un atropello. Por tanto, hay que buscar las causas y   las mejoras en factores más directamente relacionados con las actitudes de   los implicados. Por comunidades autónomas, las peores cifras   absolutas se las llevan Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, con un   total de 6.324 personas atropelladas que resultaron muertas o gravemente heridas   entre 2005 y 2009. En el lado opuesto se sitúan Navarra, Cantabria y la   Rioja. Sin embargo, en datos relativos a la densidad de población, las   comunidades con mayor riesgo de atropello son La Rioja, Castilla y León y   Aragón, y donde menos riesgo existe es en País Vasco, Canarias y Navarra. Cómo reducir las   cifras de atropellos Para mejorar la   situación, los responsables de MAPFRE y del Instituto de Seguridad   Vial de FUNDACIÓN MAPFRE apuntan varias medidas: ·  convertir los   entornos escolares en zonas muy seguras para los niños, ·  retirar todos los   objetos de la calzada que impidan la visibilidad de peatones y conductores, ·  mejorar la   iluminación de las vías donde más atropellos se producen, ·  seguir insistiendo   en la necesidad de moderación de la velocidad, sobre todo en aquellas zonas   con posibles conflictos entre vehículos y peatones, como por ejemplo con   medidas como las denominadas ‘zonas 30’ urbanas o zonas de prioridad   peatonal, ·  seguir insistiendo   en la realización de campañas de prevención dirigidas a escolares, a ser   posible dentro de los centros educativos, ·  incluir programas de   prevención en las empresas, ·  seguir colaborando   con los ayuntamientos con el fin de promover campañas de concienciación y   sensibilización. Como suele suceder cuando apuntamos medidas   de mejora en la seguridad vial, no es cuestión de hacer grandes planes   centralizados sino pequeñas actuaciones locales que vayan dando frutos.  |   


