15 de septiembre de 2010

Inaugurado un nuevo Monasterio en Navalón

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, bendijo el 'Pequeño Monasterio de la Transfiguración', en Navalón , cuyas obras de construcción ultiman en la actualidad las Hermanitas del Cordero.

El prelado presidió, además, la profesión de votos temporales de dos jóvenes hermanitas naturales de Gandia y de Barcelona. Junto con monseñor Osoro, concelebraron en la eucaristía varios Hermanitos del Cordero, entre ellos su cofundador, Jean-Claude Chupin, así como sacerdotes diocesanos. En la ceremonia participó también, entre otros, la fundadora de las Hermanitas del Cordero, Marie Coqueray.

El nuevo monasterio, ubicado en un paraje a cuatro kilómetros de Navalón , se construye desde hace tres años, según las Hermanitas del Cordero. Cuenta con seis celdas, refectorio, cocina y despensa, un lavadero y un oratorio. Las obras se acercan a su fin, a falta de la conclusión de una de sus casas.

El monasterio recibe el nombre de 'Pequeño Monasterio de la Transfiguración', ya que santo Domingo de Guzmán, fundador de los Dominicos, orden a la que pertenecen las Hermanitas, «pidió a sus hermanos casas bajas, sencillas y humildes». Por ello, la edificación es «sencilla, humilde, conformada por varias casas independientes». En la construcción han colaborado feligreses de diversas parroquias a través de donativos y ayudando en las tareas de edificación.

En la actualidad, las Hermanitas del Cordero, fraternidad religiosa contemplativa surgida en febrero de 1983 en Francia en el seno de la orden de los Dominicos, están integradas por 130 religiosas en todo el mundo. Su carisma se basa en la vida contemplativa de entrega a los más desfavorecidos y su misión es predicar el Evangelio, sobre todo en los barrios pobres de las ciudades donde están implantadas. En la archidiócesis de Valencia hay nueve religiosas, que forman una misma «comunidad itinerante» entre la capital valenciana y Navalón .

Monseñor Osoro visitó en octubre las obras del monasterio, donde fue recibido por Marie Coqueray, así como por varios miembros de la fraternidad llegados de distintos puntos de España, junto con un centenar de jóvenes seglares valencianos. El arzobispo emérito de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco, también visitó el monasterio en marzo del pasado año.