15 de mayo de 2009

Radares móviles en las vías secundarias




Hasta el próximo día 27 de mayo la DGT va a intensificar la vigilancia en las carreteras secundarias con 246 radares móviles. El motivo y la causa es la cantidad de accidentes con víctimas que ocurren en este tipo de vías. Si nos remontamos a 2003, los fallecidos en autovías y autopistas han descendido una media del 46,55%.



Si sólo tuviésemos en cuenta las autopistas, el descenso es muy acusado, un 65,5%. En las vías secundarias el descenso de víctimas ha sido del 46,9% y todavía queda mucho por hacer. Según la información que proporciona la DGT, el 78% de los accidentes y fallecidos en 2008 (datos provisionales) fue en vía secundaria, y de ellos, el factor concurrente de velocidad inadecuada estuvo muy presente, más del 25%.



Se tiene constancia de que la mentalidad del conductor español va mejorando progresivamente. Aunque cada vez hay más vehículos controlados y más presión, desciende el número de denuncias año tras año, no es sólo a consecuencia de la crisis. Sin embargo, en las vías secundarias todavía existe bastante impunidad, ya que es más complicado encontrarse radares.

Podemos hacer un experimento para saber hasta qué punto estamos expuestos a una multa o un susto. ¿En cada momento somos conscientes del límite de velocidad de la vía? ¿Y del tramo por el que circulamos? Si está limitado, ¿cuál es la causa que produce la limitación? Si no podemos dar una respuesta inmediata a esas preguntas, somos carne de radar.

Cuando existe una limitación es por algo. Si circulamos por un tramo desconocido, estamos expuestos al factor sorpresa, de encontrarnos algo que no esperábamos. Por ejemplo, si vamos con el vicio de que todas las curvas de 60 se pueden tomar a 90 y encontramos una de que o es a 60 o es cuneta, estamos expuestos.

En cambio, circulando por zonas conocidas, la tendencia es a ir ignorando la señalización por sernos familiar. Por ejemplo, la típica señal de animales sueltos de la que solemos pasar olímpicamente, llega un día en que vamos un poco pasados y nos encontramos a un ciervo. En matemáticas 2+2 siempre son 4, pero en el tráfico un tramo no tiene por qué ser el mismo siempre.

Resumiendo, el mejor consejo que podemos dar desde aquí es siempre ir atentos a la conducción y a todo lo que eso implica: velocidad, retrovisores, estado de la vía, nuestro propio estado físico y psíquico, el tráfico, etc.

Supone un ahorro de todo tipo de disgustos, incluidos los económicos.