Los peligros de conducir si eres alérgico y
posibles soluciones
Conducir con alergia al polen
Más de nueve millones de españoles sufren las
temidas alergias estacionales, según datos del sector farmacéutico, y ante este
panorama serán muchos los conductores que se verán obligados a enfrentarse al
lagrimeo y a los estornudos cuando estén al volante.
Hasta ocho o diez estornudos seguidos se pueden
encadenar en plena crisis alérgica. Imagina que esto nos pasa cuando estamos
conduciendo. La Dirección General de Tráfico advierte que al encadenar
estornudos durante cinco segundos a 90 km/h conduciríamos más de 125 metros sin
prestar la debida atención, ¡más distancia que la longitud de un campo de
fútbol!
Reconoce los síntomas de la alergia
Pero no sólo afecta a la conducción los estornudos,
también hay que hablar de ojos irritados, fuertes picores, congestión y
destilación nasal, molestias de la luz y los posibles efectos secundarios de
los medicamentos que estemos tomando. Los antihistamínicos son los medicamentos
más frecuentes que se toman para combatir los efectos de la alergia y éstos
suelen provocar somnolencia.
Lo primero es detectar los síntomas de la alergia y
acudir al médico cuanto antes para poderlos combatir. Y si eres conductor
habitual o profesional, coméntaselo a tu médico para que intente recetarte los
medicamentos que no provoquen somnolencia. Un pictograma con un triángulo rojo
y un coche dentro nos recuerda que ese medicamento produce efectos en la
conducción. La primera regla es no auto medicarse y recuerda que el riesgo de
accidente se multiplica si los medicamentos se mezclan con alcohol.
El interior del coche siempre limpio
Cuánto más limpio mantengas el habitáculo del coche
y mejor evites la entrada de alérgenos, mucho más cómodo y seguro viajarás. La
limpieza no sólo consiste en que los asientos no tengan manchas o que el
salpicadero no esté lleno polvo. La clave la vas a encontrar en el filtro del
aire del habitáculo, ¡eso que nunca ves o que no te acuerdas ni de que existe!
Conducir en primavera con alergia
Pues la función de este filtro es evitar que entren
en el interior polvo, polen y partículas contaminantes por lo que hay que
hacerle caso y sustituirlo cada seis o doce meses, la frecuencia dependerá de
si sufres o no las molestias de las alergias o de la zona donde residas. Y esto
último es así porque el filtro del aire también ayuda a reducir la humedad en
regiones donde hace más calor.
Si cambias el filtro, pero no detectas mucha mejora
porque los síntomas que sufres son muy intensos, puedes recurrir a los filtros
HEPA de alta eficiencia o antipolen que utilizan carbón y Polifenol y son
capaces de neutralizar mucho mejor los alérgenos.
Pero a ver si ahora con tanto filtro se te va a
olvidar de limpiar el coche. Pasa un trapo húmedo y la aspiradora –si lleva
filtro de agua mucho mejor- antes de salir de viaje, especialmente si se ha
llevado alguna mascota –sobre todo el pelo de los gatos y perros suele ser
bastante alergénico-.
¿Puedo hacer algo más?
Aún puedes mejorar tu comodidad al volante en época
de alergias, por ejemplo, utilizando gafas de sol. Las personas con alergia con
mucho más sensibles a la luz por lo que unas buenas gafas de sol te protegerán
los ojos del lagrimeo y de los picores. Úsalas incluso en los días menos
soleados.
También pueden planificar tus desplazamientos en
coche en función de los niveles de polen que haya durante el día. Lo puedes
consultar en la web de la Sociedad Española de Aerobiología. En cualquier caso,
ten en cuenta que durante el amanecer y el atardecer es cuando se concentra
mayor cantidad de polen por lo que evita viajar en estos momentos del día.
Tampoco es recomendable poner el aire acondicionado
–sobre todo cuando tu coche no lleva filtro HEPA- y si lo haces, pongo en modo
recirculación, así no respirarás aire de fuera cargado de polen. Y por
supuesto, las ventanillas bien cerradas.
A ver si con estos consejos tu experiencia al
volante esta primavera mejora, aunque nuestra recomendación es que si los
síntomas son intensos evites coger el coche. Las distracciones y la falta de
atención a la carretera por culpa de estornudos o porque no te encuentres al
100% te pueden provocar un disgusto.