Conducir embarazada puede imponer mucho respeto a las mujeres, algo que se entiende perfectamente por muchos motivos. Lo principal es que el cuerpo va cambiando a medida que progresa la gestación, y poco a poco se hace complicado realizar ciertos movimientos, acomodarse al volante, entrar y salir del coche. Además está el cinturón de seguridad, que puede parecer un elemento incómodo, pero que es vital para la seguridad.
Hay muchos momentos de dudas, de pensar si se podrá
o no podrá hacer esto o aquello, y en lo concerniente a conducir, salvo que el
médico lo desaconseje, que a la embarazada no le apetezca hacerlo, o por una
razón de peso, no hay nada que impida a la mujer realizar esta tarea.
Dudas y miedos a la hora de conducir
Lo primero que ha de saberse es que el
embarazo es un estado, no una enfermedad. Es decir, no hay razones que
desaconsejen la conducción por el mero hecho de estar embarazada. Solo si
existe riesgo físico de algún tipo, o complicaciones en el embarazo, puede
desaconsejarse. Hay mujeres que optan por no conducir a partir de una semana
concreta, eso depende de cada persona, al final. Es posible que, cuanto más se
acerque la fecha del parto, menos cómoda se pueda sentir la futura mamá.
Si salta el airbag, ¿puede hacer daño al bebé?
Es una duda razonable, pero poco fundamentada.
Veamos, en una colisión puede haber lesiones, como es lógico, y puede que se
active el airbag y, finalmente, las haya. Pero que la causa de las lesiones sea
el airbag parece que es algo descartado por completo. Con esto no queremos
decir que sea 100% seguro que el feto no vaya a tener lesiones en una colisión,
sino que se ha observado que el
riesgo de problemas no es mayor utilizando el airbag.
El cinturón de seguridad me aprieta, ¿es
peligroso?
La colocación del cinturón de seguridad es clave
para la seguridad tanto de la mamá, como del feto. Es necesario regular bien el asiento, corregir la postura de conducción
a medida que la barriga va creciendo, y por supuesto, es vital mantener el
cinturón de seguridad correctamente colocado, y ajustado. Para ello debemos
asegurarnos de que la banda inferior esté lo más ajustada posible a las piernas
y la cadera, por debajo del vientre. Existen unas bandas especiales para
embarazadas que ayudan a mantener el cinturón en esa posición. Tan solo hemos
de tener la cautela de elegir un modelo homologado y que nos de todas las
garantías de seguridad.
Algunos microconsejos para sentirte más segura
- Ajusta
la posición del asiento con frecuencia. Has de adaptar tu volumen corporal
al puesto de conducción, para hacerlo con seguridad.
- Presta
especial atención al reposacabezas (muy importante para prevenir el latigazo cervical) y al respaldo del asiento. Una
cosa es alejar un poco el asiento del volante cuando el volumen aumenta
mucho, y otra descuidar nuestra higiene postural.
- Cuanto
más avanzada sea la gestación, procura evitar cargar o descargar el
maletero, o manipular mandos o accesorios que estén poco a mano. La
comodidad, lo primero, y cargar pesos no es aconsejable.
- Si
has de hacer un viaje largo, para frecuentemente. Decir un lapso de tiempo
o una distancia no es muy operativo, porque durante el embarazo hay que
parar en el momento en que se necesita. Sí es aconsejable no superar las
dos horas sentada, conviene parar y desentumecer los músculos, pero hay
que parar cuando se necesita. Sin más complicaciones.
- En
caso de colisión, por leve que sea, has de acudir al especialista y
contarle lo sucedido. Es muy probable que se realicen pruebas para
descartar posibles lesiones en el bebé o feto.
Fuente: Circula Seguro.