17 de mayo de 2012

Cinturón de seguridad en el autobús: póntelo, pónselo



En 2006, el Reglamento de Circulación estableció que tanto conductor y pasajeros deben utilizar el cinturón de seguridad de un autobús siempre y cuando éste esté equipado con los mismos. Asociada a esta obligación, que no es difícil comprobar que muy poca gente cumple, desde 2007, una directiva europea obliga a que todos los autobuses nuevos cuenten con este tipo de sistema de retención.

Si tenemos en cuenta la continua renovación del parque de vehículos de las grandes compañías, en España el pastel se lo reparten 3-4 operadores, nos debería dar como resultado que un 75% de los usuarios debería utilizar los cinturones de seguridad. Pero como ya dije antes, no hace falta mirar mucho para comprobar que muy poco viajeros hacen uso del mismo.
En esto quizás algún control más por parte de la Guardia Civil, no todo en la vida es el exceso de velocidad y el uso del teléfono móvil (ojo, no digo que no sean necesarios), o un recordatorio por parte de los conductores antes de comenzar el viaje, aunque luego nadie les haga caso, no estaría mal.
Las razones de hacer hincapié en el cinturón son tan sencillas como hacerlo cuando viajamos en un automóvil. Pero si en el caso de los vehículos pequeños es fundamental, en un autobús es todavía más importante. Las particulares características de los accidentes de autobus hace que los ocupantes estén mucho más expuestos a sufrir graves consecuencias en caso de colisión.
Las características de un autobús hacen que en caso de accidente, la posibilidad de vuelco sea elevada. En este caso, los pasajeros que no hacen uso del cinturón tienden a chocar con casi todo. Los pasajeros son proyectados incluyendo la posibilidad de salir del vehículo e impactar con elementos del exterior como señales, árboles u otros vehículos. Además en los vuelcos laterales pueden llegar a impactar directamente contra el suelo.
En el caso, tan simple, de hacer uso del cinturón, en caso de accidente, los pasajeros quedan “anclados” al asiento y aunque no se libran de la posibilidad de sufrir lesiones, estás suelen ser de caracter leve. Todo esto, sumado a las células de seguridad que los modernos autobuses presentan, pueden conseguir la reducción en la tasa de mortalidad de este medio de transporte. Todo sea dicho de paso, el más seguro según las estadísticas.

Fuente: Tráfico y Seguridad Vial