Fomentar la convivencia entre ciclistas y vehículos es una tarea esencial para reducir la siniestralidad de los usuarios de la bicicleta. Y es que el año pasado perdían la vida hasta 94 ciclistas, cifra que incluye a los pedaleaban en ciudad como los que lo hacían en vías interurbanas. En ese sentido, potenciar la concienciación y el conocimiento de las normas resultan se antoja imprescindible, sobre todo en lo relativo a reglas para adelantar con seguridad.
La DGT es muy consciente de la relevancia de este asunto y está dedicando más recursos para paliar este tipo de siniestralidad. Entre estos, encontramos la adquisición de nuevos drones para el control del tráfico y las incidencias entre ciclistas y conductores del resto de vehículos. De este modo, está aumentando la vigilancia con la vista puesta en factores como la distancia de seguridad ciclista.
El debate de la distancia de seguridad ciclista
En el caso de la seguridad a la hora de circular en bicicleta, la distancia que mantienen los otros vehículos con el ciclista se convierte en uno de los grandes factores de riesgo. Esto es así porque se trata de uno de los colectivos que más pueden llegar a sufrir las consecuencias de una colisión. Por eso, la ley establece ciertas garantías para el tránsito de bicicletas, como por ejemplo, que para rebasarlos es obligatorio mantener una distancia mínima lateral de 1,5 metros.
Esta norma concreta se respeta de forma diferente en función de la región española en la que nos movamos. Depende mucho del tipo de vía y de vehículos que por ella suelan discurrir. Un estudio reciente realizado por las compañías Gonvarri y Movistar publicaba unos datos bastante valiosos para conocer hasta qué punto los conductores cumplían con la norma del 1,5.
De este modo, se han demostrado algunas de las diferencias existentes entre Comunidades Autónomas. El informe desvela que en Cataluña un 89% de los conductores encuestados respeta la mencionada distancia de seguridad ciclista. Mientras, en otras regiones como Murcia, esa cifra desciende hasta el 77%. Se pone de relieve que es necesario el mencionado fomento de la convivencia, que desde Movistar asumen con campañas como #rodamosjuntos con trascendencia en varios medios a nivel nacional.
Trabajando en la percepción del ciclista
Resulta interesante contrastar estos datos con los de otro estudio realizado por la Fundación MAPFRE y Bosch. Este se centraba de forma especial en la la percepción que los conductores de automóviles poseen ante la presencia de bicicletas. Según esta investigación, un 73% de los conductores de los más de 1.000 que conformaban la muestra no perciben de forma efectiva el adelantamiento a un ciclista y realizan la maniobra de forma «inconsciente y automática».
La Fundación MAPFRE y Bosch achacaban esto a la visibilidad de los usuarios de las bicicletas. Por eso, instaban a la utilización del chaleco reflectante. Igualmente, existen otros métodos efectivos para que los ciclistas pueden ser más visibles. Las famosas luces de tránsito diurnas constituyen una buena opción. La Fundación MAPFRE insistía en que es necesario seguir dedicando esfuerzos. Y es que los ciclistas son el único colectivo que han experimentado un aumento de los heridos hospitalizados en los últimos años.
Reduciendo las diferencias normativas en la distancia de seguridad ciclista
Las diferencias que existen entre normativas han terminado por ser otro factor nada favorable para el respeto de una distancia de seguridad suficiente entre ciclistas y resto de vehículos. Bien es cierto que para el caso del 1,5 metros de distancia de seguridad ciclista para el adelantamiento lateral rige por encima de cualquier otra norma lo que establece el artículo 35.4 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
El conductor de un automóvil que pretenda realizar un adelantamiento a un ciclo o ciclomotor, o conjunto de ellos, debe realizarlo ocupando parte o la totalidad del carril contiguo o contrario, en su caso, de la calzada y guardando una anchura de seguridad de, al menos, 1,5 metros. Queda prohibido adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas que circulen en sentido contrario, incluso si esos ciclistas circulan por el arcén.
Esto no ocurre con otro tipo de normas. Parece que el fomento de la convivencia también ha de extenderse a la legislación estatal, autonómica y local. Así lo vienen reclamando varios colectivos ciclistas desde hace tiempo, de cara a implementar la seguridad a través de normas unitarias y conocidas.
En Madrid, 5 metros de separación tras la bicicleta
Así, por ejemplo, si circulamos por Madrid hemos de saber que el artículo 20 de la Ordenanza de Movilidad para la Ciudad de Madrid añade otros requisitos a la circulación con ciclistas.
Los conductores de vehículos motorizados que quieran adelantar a un ciclista en zona urbana deberán extremar las precauciones, cambiando de carril de circulación dejando un espacio lateral suficiente que garantice la seguridad entre la bicicleta y el vehículo motorizado que pretende adelantarla. Asímismo, cuando estén circulando detrás de una bicicleta, mantendrán una distancia de seguridad prudencial y proporcional a la velocidad. Nunca podrá ser inferior a 5 metros.
Esos 5 metros de seguridad son desconocidos para gran parte de los conductores. En cualquier caso, queda patente que resta mucho trabajo por delante para garantizar la seguridad de los ciclistas.
Fuente: Circula Seguro