El verano se acerca, comienza el buen tiempo y se inician las vacaciones, un momento perfecto para salir de ruta en moto y disfrutar de tu gran pasión. Pero todo ello viene acompañado de un calor sofocante y, con ello, la problemática acerca de la correcta equipación que escoger para circular cómodo y seguro. En verano la ropa habitual para la moto resulta incómoda y calurosa, por lo que es muy común ver a muchos motoristas circulando en manga corta y sandalias, algo que incluso en trayectos cortos puede ser fatal. Las condiciones de la carretera no son tan diferentes en cada época del año y muchos accidentes por deslizamiento en gravilla o por despiste, también a velocidades reducidas, podrían suponernos un contratiempo grave si no vamos bien equipados.
Tu cuerpo, tu propia carrocería
Sin ninguna duda el motorista se ve más expuesto a las inclemencias del tiempo que el resto de usuarios, pero también es más vulnerable que ellos. En caso de colisión y accidente, la moto puede salir proyectada dejando tu cuerpo expuesto al golpe del asfalto, por ello es siempre tan importante circular con el equipamiento adecuado. El 60% de las lesiones por abrasión en motoristas se produce en los meses de verano porque es cuando, irresponsablemente, viajan más desprotegidos.
Sin casco, en manga corta y sin guantes. Un buen ejemplo de lo que no hay que hacer
Brazos, manos, pies y piernas suelen ser las zonas más afectadas por quemaduras o heridas, por lo que olvida la idea de circular en chanclas, tacones, en manga corta o con pantalones finos. No sólo por ti, sino porque está regulado en los artículos 17 y 18 del Reglamento General de Circulación (Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre) y conlleva sanciones de hasta 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet.
Disfruta de la carretera con total protección
La carretera es la misma en verano que en invierno, el asfalto no entiende de estaciones en caso de accidente, así que olvídate de que el calor sea una excusa. Entonces, ¿qué equipo es el imprescindible para rodar en verano? Pues básicamente el mismo que durante el resto del año, aunque algo más adaptado.
El casco y los guantes
El casco es un elemento fundamental y debemos llevarlo siempre, aunque bien es verdad que existen cascos adaptados y especiales para la época estival, ya sean de tipo integral o modular (más incómodos), que permiten una mayor refrigeración de la cabeza con la apertura de sus sistemas de ventilación. Es recomendable retirar la mentonera y la nariceta para permitir la entrada de un flujo de aire mayor, sin verse reducida la seguridad.
Por su parte, los guantes de verano tienen materiales adaptados a las condiciones climatológicas, utilizando amplias zonas perforadas que permiten la entrada de aire fresco a través del textil, sin verse afectada la seguridad. Son más ligeros y están más ventilados, además, no renuncian a las protecciones de polímero en los nudillos y falanges de los dedos y en las zonas de agarre en la base de la palma, de piel o amara, algo fundamental para protegernos del arrastre y deslizamiento de la mano durante una caída. Según el tipo de guante y para reducir los problemas de sudor, muchos poseen dedos y palma antideslizantes para poder controlar bien la maneta y que no se nos resbale.
La cazadora
No prescindas nunca de ella, tampoco en verano. Hoy en día podemos encontrar modelos cada vez más ventilados y adaptados a condiciones altas de calor ambiental. Circular en manga corta no sólo es un riesgo para el usuario por las graves consecuencias en caso de caer, si no que hoy en día esto no supone una gran diferencia térmica con respecto a lo que ofrecen las cazadoras de verano.
Existen chaquetas finas y ligeras que están conformadas de diversas zonas de textil perforadas para una mayor entrada de aire, con protecciones obligatorias y corduras de cuero y piel en las zonas susceptibles de dañarse como son los hombros, los codos y la espalda, así como una parte frontal calada, también en brazos y espalda que, en movimiento, facilita la entrada de aire. Además la gran mayoría ya cuentan con diversas capas interiores y rejillas fácilmente extraíbles de tipo impermeable para condiciones de lluvia o en caso de que el tiempo refresque. De esta forma, la cazadora de verano puede ampliar su tiempo de uso también en los meses de primavera y de otoño, en función de las capas que decidas añadir o quitar tirando de una simple cremallera.
Los pantalones y el calzado
Encontramos diferentes versiones desde los casual o vaqueros de moto hasta los deportivos. Los primeros son más formales y adaptados para la circulación urbana, pues pasan desapercibidos como ropa de diario, sin dejar de lado la seguridad, comodidad y protección. Poseen protectores de rodilla y cadera fácilmente extraíbles para poder caminar con ellos por ciudad, así como zonas elásticas en rodilla y zona trasera que los vuelven más adaptables y flexibles que los pantalones clásicos de invierno. Su textil vaquero es algo diferente al de los pantalones vaqueros que conocemos, pero camuflan muy bien el efecto deportivo de carretera. En el trasero usan una plancha de fibra de kevlar que protege toda la parte baja de la espalda hasta detrás de los muslos, con diferentes espesores de 1 a 2,5mm y materiales como el carbono o la fibra de vidrio.
Por otro lado, podemos usar pantalones de cordura de verano, que al igual que los elementos anteriores, constan de zonas perforadas susceptibles de ventilación, así como fundas impermeables y corta viento, ajustes de pierna para cerrar los bajos entorno al zapato y protecciones al igual que el modelo anterior.
Las botas pueden ser de también más casual, algo recomendable para trayectos urbanos, pues no sólo resultan perfectos para ir en moto sino que además poseen un diseño sencillo que simula el efecto de un zapato de calle o de una deportiva. También existen los modelos de caño alto para trayectos interurbanos, algo más aerodinámicos y sólidos, aunque en ambos casos se cuenta con reforzamiento en talón, tobillo y puntera, así como un textil perforado para mejorar la ventilación y la entrada de aire.