Cuando el cuerpo no está bien sujeto por el cinturón (holgado o mal ajustado) presiona el asiento hacia abajo y se desliza por debajo de la banda abdominal, aumenta el riesgo de chocar contra el volante, el salpicadero o la parte baja del habitáculo.
Se pueden producir lesiones en espalda y pelvis, rotura de fémur o de la cabeza del fémur, además de hemorragias internas graves.
Observa la infografía y el enlace adjunto:
https://youtu.be/