Durante toda la noche el viento de poniente ha soplado en muchas ocasiones con rachas superiores a los 100 km/hora.
Como medida de precaución, todos los parques y jardines siguen cerrados, por peligro de caídas de ramas o algún árbol.
Gran cantidad de persianas y ramas de árboles han sido derribadas por la fuerza del viento.