Convivir con adolescentes, o preadolescentes,
implica haber oído hablar de Fortnite. Incluso en edades más tempranas, ya
surgen adeptos a este juego. A menudo desconocemos realmente en qué consiste,
cuáles son sus riesgos y cómo animar a nuestros hijos/as a jugar con seguridad.
¿Quieres conocer a fondo Fortnite?
Características generales del juego
Son ya millones de jugadores enganchados a sus
pantallas, temporada tras temporada. Pero, ¿qué tiene Fortnite que no tienen
otros juegos?
- Edad
legal para acceder: Fortnite está clasificado con una etiqueta
PEGI12, como indicativo de que el juego puede contener escenas de
violencia gráfica pero no realista, imágenes de insinuaciones sexuales, un
lenguaje levemente inapropiado o referencia a juegos de azar. Por ello, el
fabricante recomienda su uso a partir de 13
años, aunque no se solicita ninguna acreditación o permiso
explícito para validar la edad antes de comenzar a jugar.
- Plataformas
de juego: actualmente Fortnite se ha adaptado a la mayoría de las
plataformas, permitiendo diferentes variantes de juego. Los modos ‘Battle
Royale’ y ‘Creativo’ están disponibles para ordenador, PlayStation, Xbox,
Nintendo Switch, Android e IOs. El modo ‘Salvar el mundo’ está disponible
para todas las plataformas excepto móvil. Es necesaria una conexión a
Internet para poder jugar.
- Dinámica
de juego: es un juego multijugador, es decir, en cada partida el
usuario aterriza en una isla virtual junto con otros 99 contrincantes a
los que debe eliminar, o al menos evitar ser eliminado. En definitiva, es
un ‘todos contra todos’, con un tiempo de partida determinado, donde el
territorio se va reduciendo para que los jugadores tengan que acercarse
obligatoriamente unos a otros. Durante la partida, pueden conseguir
recompensas que mejoran su posición en el juego. Cada tres meses lanzan
una nueva temporada, en la que pueden aparecer nuevas características de
juego o nuevas recompensas.
- Modos
de juego: Fortnite se puede utilizar con diferentes variantes de
partidas. El modo ‘Battle Royale’ es el más habitual, una batalla jugada
en solitario, en dúos o escuadrones (equipos de 4 personas). En el modo creativo, el
jugador crea el territorio donde se tendrá lugar la partida, que
normalmente se desarrolla con amigos, no con desconocidos. Por último, el
modo ‘Salvar el mundo’
es cooperativo, jugándose en equipos de 4 para luchar contra monstruos, en
vez de contra otros jugadores.
Por qué les gusta Fortnite
Estas características están diseñadas para
atraer a los jugadores. Los menores aprecian que se trate de un juego
gratuito, en el que invertir dinero para conseguir mejoras sea opcional. Les
gusta que sea dinámico, creando emoción con las partidas a contrarreloj que
duran como máximo 20 o 25 minutos.
Además, en Fortnite las escenas de acción están
enfocadas con humor. Los personajes llevan disfraces y bailan, tienen
reacciones inesperadas y graciosas. Como cualquier juego, posee un sistema de
recompensas durante las partidas, y Fortnite ofrece constantemente mejoras para
mantener el interés del jugador. De forma continua hay novedades en vestuario,
accesorios y bailes (todos estos complementos de personajes se denominan
skins), modos especiales de juego y otras sorpresas que captan la atención de
los menores.
Por último, es importante valorar el aspecto social
del juego, donde los menores pueden contactar con otros jugadores e incluso
jugar por equipos. Como ocurre con otras modas, la presión social que reciben
por parte de sus amigos/as, y otras personas de referencia para ellos, como
gamers e influencers, hacen que sientan la necesidad de estar al día y
participar en una actividad común. Fortnite se promociona además en los medios
habituales de consumo de los menores, ya sea a través de publicidad directa en
forma de anuncios, o indirecta a través de vídeos de YouTube, merchandising,
juguetes, ropa y otros productos.
Recomendaciones de seguridad para Fortnite
Aunque Fortnite no es un juego ‘sangriento’, pueden
aparecer contenidos poco adecuados para un menor. Destacan el uso de armas y la
violencia en la dinámica habitual del juego, por lo que es importante dialogar
en familia sobre la necesidad de ser críticos, sin perder la visión de la
realidad. Además, es posible que escuchen lenguaje inadecuado en el chat de
voz, cuando hablan con otros jugadores exaltados por la presión del juego. Por
ello, debemos animarles a mantener un lenguaje apropiado también en Internet,
para favorecer un clima de juego más positivo.
Para un uso más equilibrado, es recomendable enseñarles
a administrar los tiempos, estableciendo periodos de juego adecuados y
limitados, que les permitan seguir realizando otras actividades. Los estudios,
el deporte y la vida familiar siempre deben tener prioridad, y deben entender
que no pasa nada si tiene que dejar el juego a media partida. Utilizar recursos
educativos para trabajar este aspecto, como las tarjetas de tiempos de IS4K.
Estas pueden ser un recurso práctico y visualmente llamativo para nuestros
hijos/as. También podemos solicitar en las opciones de
control parental de Fortnite un informe semanal sobre el tiempo de
juego dedicado, para ser más conscientes del uso que están haciendo.
Otras opciones para reducir la presión por jugar de
forma excesiva es desactivar las notificaciones, limitando así las llamadas de
atención del propio juego. Hay que tener en cuenta que Fortnite lleva asociadas
otras actividades paralelas que también deben controlarse, como ver partidas de
otros jugadores en Twitch o YouTube. En estos canales, pueden aparecer
sugerencias de videos con contenidos similares, bien del mismo juego o de otros
juegos con imágenes más explícitas de violencia y contenidos inapropiados. Por
lo que se recomienda realizar una supervisión también de estas actividades.
Debemos recordar que en Fortnite se puede invertir
dinero real y además, el jugador recibe estímulos para hacerlo. De este modo,
los menores pueden verse presionados a conseguir una mejor experiencia de juego
a costa de pagar por pases de batalla,
complementos para su personaje o mejoras en sus armas y herramientas. Es
fundamental hablar sobre ello antes de empezar a jugar, razonando con ellos el
funcionamiento de este tipo estrategias de consumo.
Dentro de las opciones de seguridad que
ofrece Fortnite, existen algunos aspectos que podemos valorar para
mejorar su seguridad y proteger su privacidad. Ante la posibilidad de contactar
con desconocidos o adultos, es preferible animarle a jugar en dúos o
escuadrones con otros menores conocidos, como compañeros/as de clase o
familiares. También podemos enseñarle a usar apodos o pseudónimos, evitando
aportar información o datos personales durante el juego.
Además, Fortnite permite desactivar el chat
de voz y de texto, o rechazar las peticiones de amistad de desconocidos. Aun
así, debemos recordar que podrían recibir mensajes privados a través de la
plataforma que utilicen, ya sea ordenador, móvil o consola. Estos tienen sus
propios controles parentales, que podemos ajustar según nuestras necesidades.
Debemos entender los controles parentales como un apoyo, nunca como una barrera
de seguridad infranqueable.
Recuerda que este juego cambia con cada
actualización, por lo que es fundamental hacer un seguimiento continuado, estar
pendiente de nuevas funcionalidades y hacer los cambios necesarios para
garantizar su seguridad.
Jugar en positivo
Además de utilizar las opciones de seguridad
disponibles, el
acompañamiento y el diálogo son imprescindibles para mejorar la
protección de nuestros hijos/as. Deben aprender a utilizar el juego de forma
progresiva, y siempre es interesante dedicar un tiempo a conocer el juego con
ellos/as, o incluso jugar a su lado. Así, podremos aconsejarles sobre cómo
gestionar peticiones de amistad de desconocidos, mensajes inadecuados o
situaciones conflictivas en las partidas.
Podemos leer juntos las
recomendaciones de seguridad del fabricante y sus reglas
de convivencia, para que los menores sean conscientes de que están
jugando en comunidad. En Internet existen unas normas y todos debemos ser
conscientes de cómo tratamos a los demás.
Como muchos juegos virtuales, Fortnite puede ser
positivo si se utiliza de forma equilibrada. Además, ofrece modos de juego que
pueden fomentar la creatividad del menor y la cooperación con sus compañeros/as
de partidas. Podemos aprovechar estos aspectos positivos, para establecer unos
límites y normas coherentes, en un clima de confianza mutua con el menor.
Siempre podemos proponer alternativas saludables,
que fomenten un uso moderado del juego, como actividades deportivas o salidas
con amigos/as de su edad. En edades tempranas, y dependiendo de su madurez,
podemos optar por juegos de acción de otras temáticas, como Pokemon o LittleBigPlanet.
La clave en un juego como Fortnite es administrar
el tiempo de uso, haciéndole entender que hay muchas otras actividades
interesantes y divertidas a las que debe dedicar parte de su día a día.
Fomentar su capacidad de crítica a la hora de jugar le permitirá enfrentarse a
cualquier riesgo con los recursos y los conocimientos necesarios, implementando
así su autonomía y su madurez.