Aunque para la mayoría la vida se detenga en la placidez de la reunión familiar, con comidas y bebidas abundantes, los regalos y los mensajes cariñosos durante estas fiestas, el mundo sigue en marcha y hay muchos otros que deben garantizar diversos servicios, aún en Nochevieja y Año Nuevo.
Policías, bomberos, médicos y enfermeros, taxistas, están acostumbrados a que a la hora del brindis deben ocuparse de sus deberes como cualquier otro día, atentos a sus tareas.
Para tod@s ell@s nuestro reconocimiento.