Por desgracia, como es habitual en los problemas de más reciente aparición, aún no existe una estrategia clara y común para todas las instituciones competentes en materia de seguridad vial, y las medidas tomadas en cada ciudad o país son muy dispares entre sí.
La más común es la de pintar marcas o señales concretas en el suelo dirigidas a llamar la atención del peatón. En Badajoz hace unos años se pintaron en los pasos de cebra más conflictivos unos pictogramas que indicaban el recorrido más seguro para cruzar por el mismo, tratando de alejarlo de la zona de frenada de los vehículos. La iniciativa, llevada a cabo por el Departamento de Investigación de Accidentes y Seguridad Vial (Diasev) de la Policía Local de Badajoz, fue merecedora del I Premio de Seguridad Vial a las Nuevas Prácticas concedido por la Fundación Española para la Seguridad Vial.
Más reciente es la iniciativa del Ayto de Murcia, con mensajes en la calzada dirigidos a los peatones que crucen usando el móvil y señales en los semáforos enfocados en los que cruzan escuchando música.
Fuera de nuestras fronteras encontramos medidas como la de la ciudad de Augsburgo, donde hartos de los “smombies”, instalaron semáforos “de suelo” principalmente junto a las paradas de los tranvías, los cruces más problemáticos de la ciudad. Y el caso más extremo nos llega desde París, donde el gobierno francés ha lanzado una campaña donde a través de una tecnología interactiva, los peatones pueden experimentar la sensación de ser atropellados.
En todos estos casos se persigue un doble objetivo, y que se ha convertido en asunto capital para ciudades de todo el mundo: concienciar a los peatones y, ante todo, conseguir que levanten la cabeza y crucen con toda la atención.
Fuente: Circula Seguro