Cuando estornudamos
es imposible mantener los ojos abiertos y perdemos la atención a la carretera,
como mínimo, 1 segundo por estornudo.
Nuestro coche recorre por segundo entre 25
y 33 metros “sin conductor”, en la carretera esta distancia puede ser de vital
importancia para reaccionar a tiempo en una frenada de emergencia, para evitar
un obstáculo, para reaccionar ante una curva…
En primavera aumentan los estornudos por
el polen y la alergia, así se pueden producir crisis de hasta 10 estornudos seguidos (un grave
peligro). Otros efectos: mucosas irritadas, escozor en los ojos, dolor de
cabeza, tos y hasta daños a largo plazo para su salud.
No podemos evitar las alergias, pero podemos minimizar sus síntomas cuando estamos en la
carretera, pero ¿Cómo lo hacemos?
Teniendo el filtro del
habitáculo en óptimas condiciones, clave para que el aire que respiramos en el
coche sea un aire limpio, evitando considerablemente el número de estornudos y
otros síntomas de la alergia que dificultan la conducción.
El filtro retiene lo que usted no desea
respirar: Hasta el 100% de todas las partículas de suciedad, hollín,
carbonilla, polen y polvo industrial se retienen en el filtro del habitáculo
(antipolen).
Os recomendamos sustituir el filtro de habitáculo (antipolen),
para que sea efectivo, cada 15.000 Km o una vez al año, es
una tarea de mantenimiento del vehículo sencilla y económica que te hará más
agradable la conducción y te evitará sustos innecesarios en la carretera.