La vía es un medio que compartimos entre
todos los usuarios, por lo que la colaboración es vital. Un usuario de la
vía es un conductor de un turismo, pero también lo es un ciclista o un peatón.
Cada uno con un propósito, pero con un medio en común. Compartimos espacios por
lo que debemos de respetar unos principios básicos.
No molestar.
A nadie nos apetece encontrarnos con obstáculos provocados por otros usuarios.
El respeto hacia los demás usuarios, no hagas lo que no te gusta que te hagan,
básicamente. Siempre pendiente de evitar poner en peligro a los demás.
No sorprender.
Conducir haciendo zigzag entre los coches, aparte de estar prohibido, crea
cierta ansiedad al resto de conductores al considerar ese comportamiento como
impredecible. Nuestra conducción debe ser previsible, señalizando
nuestras maniobras con antelación suficiente, para que el resto de conductores
puedan actuar en consecuencia. Obligar a actuar precipitadamente, puede llevar
a cometer errores, por la falta de tiempo de reacción por ejemplo.
Advertir.
Tenemos varias maneras de advertir nuestras intenciones. De forma luminosa con
los intermitentes, las luces de freno o emergencia. También con el claxon o con
una combinación de éstas. Cuando advertimos nuestra intención a través de un
intermitente, por ejemplo, es exactamente eso, advertimos la intención, pero
esto no nos otorga ninguna prioridad ni ningún derecho. Si podemos realizar la
maniobra, bien, sino no la haremos. Advertimos con la intención de que los
demás usuarios lo vean, no sirve de nada advertir si encendemos el intermitente
cuando iniciamos la maniobra o el cambio de dirección, siempre con antelación
suficiente para que el resto de usuarios puedan actuar en consecuencia.
Comprender.
¿Eres capaz de entender que el conductor que tienes delante se ha equivocado?
Depende del día, supongo. Ésta es una de las dificultades que nos encontramos.
Deberíamos comprender el error ajeno, ya que ninguno estamos libre
de cometerlo en la siguiente esquina. Esto en cuanto a la actitud, pero ¿y en
cuanto a la aptitud? Se trata de entender también lo que nos quieren decir, que
sepamos lo que quieren decir las señales que nos hacen los demás, tanto
conductores de coches, como los ciclistas o los agentes de tráfico, por
ejemplo.
Seguramente lo que peor nos sienta es cuando este
comportamiento poco cívico se hace con intención. La mayoría somos capaces de
comprender los errores de los demás, siempre y cuando no tenga consecuencias,
pero cuando no nos respetan es cuando nos sale lo peor. Sobre todo cuando
nosotros si seguimos estos principios de colaboración entre usuarios.
Principios básicos para un conductor, que se
entremezclan y que en cada momento se nos presentan, juntos y separados. Por
ejemplo, ese conductor que en la autovía, de repente y la velocidad alta a la
que se circula, hace una maniobra brusca por que se saltaba la salida.
¿Cómo te sientes? Molesto, porque nos
ha asustado su comportamiento, nos ha sorprendido, ya que no ha advertido su
intención, pero como soy un buen conductor y circulaba con la distancia de
seguridad adecuada, he comprendido (aunque no compartido) que
se saltaba la salida. Ante errores ajenos debemos estar prevenidos.
Ejemplos hay muchos, ¿verdad?
Fuente :Circula Seguro