“El DNI o le bloqueamos sus
cuentas”
Las entidades bancarias envían
cartas urgentes a millones de clientes para pedirles la copia del Documento
Nacional de Identidad y evitar que no puedan operar el 1 de mayo
Imagen de la campaña sobre el DNI
3.0 del Ministerio de Interior.
"Tengo la oficina que parece
la consulta de un médico", comentó un director de una oficina bancaria la
semana pasada al ser preguntado por la
recolección de los DNI de sus clientes. Las entidades financieras admiten
que les ha pillado el toro en esta obligación. Incluso el presidente de la
banca, AEB, José María Roldán, reconoció hace días que el sector está
trabajando con urgencia para cumplir esta exigencia. "Todos somos
proclives a dejar las cosas para el último minuto", confesó.
La
obligación legal es que antes del 30 de abril, todos los clientes —tanto
personas físicas como jurídicas— deben entregar a las entidades financieras con
las que trabajen su
DNI para que sea digitalizado y conservado por los responsables del
banco si no está ya en sus archivos. Si la entidad financiera no se ha dirigido
al cliente por correo ordinario, sms o correo electrónico, eso significa que el
banco ya tiene su documento por lo que no debe preocuparse. Corresponde a la
entidad avisar al cliente. El problema puede surgir si la carta llega a un
domicilio antiguo donde ya no vive el cliente.
En algunos casos, se ha
solicitado también otros documentos que prueben a qué actividad económica se
dedican. Estos trámites se realizan en aplicación de la nueva normativa contra
el blanqueo de
capitales y la financiación del terrorismo.
El asunto es trascendente porque,
de no cumplir estos requisitos, la cuenta será bloqueada al día siguiente de la
entrada en vigor de la nueva legislación. Es decir, los clientes no podrán
operar con sus cuentas, tarjetas, ni hacer transferencias. "Obviamente,
cuando el cliente entregue el DNI, se volverá a reactivar la cuenta",
explican en una entidad. El problema es que, a los tres meses, la cuenta del
cliente quedará subsumida en las "cuentas de orden" de la entidad.
Esta partida es una especie de cajón de sastre donde están cuentas de muy
variado origen. No quiere decir que se pierda el dinero (la titularidad siempre
es del cliente) , pero se puede complicar más los trámites para recuperarlo.
Algunas fuentes hablan de más de
cinco millones de clientes sin DNI actualizado, pero las patronales bancarias
desmienten estas cifras. Se ha dicho que existen 70 millones de cuentas
bancarias en España, de las que 50 millones corresponden a clientes particulares.
Estas cifras han generado importantes líos administrativos y han obligado a que
se subcontratara a empresas externas para hacer frente a esta exigencia, así
como call center para las llamadas a los clientes.
Las financieras, como la de El Corte Inglés, también tienen
esta exigencia y han ofrecido avanzados medios tecnológicos para que el cliente
envíe su documento. Para estas empresas, su cuestión es clave porque sus
clientes solo pagan con tarjetas que quedaría bloqueado el 1 de mayo si no hay
DNI digitalizado.
Ante lo apurado de la situación,
hace meses el sector pidió una prórroga al Ministerio de Economía, pero no la
concedió. Según este organismo, "desde 1993 las entidades tenían
obligación de obtener y conservar la copia del DNI de sus clientes. En la Ley
de 2010 se estableció de forma expresa que esa conservación tenía que
realizarse en soporte electrónico para evitar que se perdiera. En 2010 se dio a
las entidades un plazo de 5 años (que expira el 30 de abril) para que tuvieran
esa documentación digitalizada".
Esta solicitud se está dirigiendo
incluso a clientes con los que existe relación desde hace largo tiempo y que
son conocidos por la entidad, ya que por muy diversas razones (apertura de la
cuenta en una fecha en la que no fuera obligatoria la obtención y conservación
del DNI, u otras) puede que la entidad no disponga de copia del documento. El
problema se ha agudizado en las entidades que han vivido fusiones, lo que ha
supuesto traslados de archivos, cierres de oficinas o de entidades completas.
El lío está servido, pero las entidades están convencidas de que la sangre no
llegará al río.