4 de diciembre de 2013

Cómo conducir con viento: ¡no te vueles!

  
Racheado o continuo, el viento de costado es un peligroso enemigo invisible. Por ello, aquí tienes algunos consejos para saber cómo conducir con viento.

El aire en movimiento es bueno para hacer girar los molinos y producir electricidad; divertido para volar cometas, practicar la vela y el windsurf... Pero pierde la gracia si tienes que conducir con viento. ¿Cómo detectar que hay más viento de lo normal? 

- Resistencia al avance: cuando notas en carretera abierta que al coche le cuesta un poco mantener la velocidad, tanto en llano o en repechos, el aire sopla desde el frontal. 

- Ruido: hay más rumorosidad en el habitáculo. Las bacas y los portaequipajes acentúan esta sensación.

- Aceleración ‘extra’: con viento de cola, el vehículo parece ir más ligero (justo al contrario que en el primer caso), sobre todo, en descensos. Es algo más difícil de detectar. 
- Bandazos: se deben al viento lateral, que es el más peligroso. Los automóviles voluminosos o de diseño más cuadrado te (el gusto por las aristas estuvo de moda en los años 70 y 80) son especialmente sensibles a esta situación. 

- Paisaje: puede ayudarte a confirmar un día ventoso el hecho de ver que se agitan los árboles o los arbustos de la mediana. 

- Señales específicas: como la que ves abajo, advierte de peligro por viento lateral e indica el sentido en el que sopla. 




¿Cómo conducir con viento?
Extrema las precauciones, aminora la velocidad y no sueltes las manos del volante. En ciudad, cuenta con que bolsas de plástico y otros objetos rodarán por la calzada. En carretera, ten cuidado con los posibles desprendimientos, pon especial atención al carril contrario para no invadirlo, evita circular detrás de turismos con remolques ligeros o pegado a camiones con carga. Al adelantarlos, prepárate para el efecto pantalla que ves en el recuadro. 
  

Aunque no encuentres en tu camino un vendaval, es conveniente que adoptes una serie de precauciones cuando estés al volante de tu vehículo en días de viento: un golpe fuerte de aire puede desviar la trayectoria de tu coche un par de metros, y eso es muy peligroso cuando circulas junto a otros vehículos o al quitamiedos.



Aquí tienes algunos consejos para evitar que tu coche se convierta en una cometa:

- Aminora la velocidad y mantén una aceleración constante.

- Utiliza un régimen alto de revoluciones en el motor para mantener más fácilmente la trayectoria de tu vehículo.

- Sujeta con fuerza el volante y realiza movimientos que sean suaves y progresivos. En caso de necesidad, puedes reducir el empuje del viento realizando un ligero contravolante.

- Circula por el centro de tu carril: si sufres un golpe de viento lateral, tan sólo unos pocos centímetros pueden llegar a ser la diferencia existente entre la carretera y la cuneta.

- Extrema la precaución al realizar un adelantamiento, sobre todo si el otro vehículo es de grandes dimensiones (camión, autobús, etc.), ya que el golpe de aire que se produce es mayor.

- Ten mucho cuidado al salir de túneles y zonas muy protegidas, ya que la incidencia del viento una vez superados será mayor.

- Controla siempre la dirección en la que sopla el viento y su intensidad. Los árboles y la vegetación del borde de la calzada resultan de gran ayuda.

- La influencia del viento sobre el coche no sólo depende de su tamaño, sino también de factores como el centro de gravedad, la carga y su distribución en el habitáculo.