21 de octubre de 2009

Vuelta al Cole más segura




Una vez terminadas las Fiestas Patronales, nuestros hijos empiezan de lleno el nuevo curso escolar, por lo que se retoman de nuevo todas las rutinas, tanto por su parte, como por parte de los padres.

A continuación por esta Policía Local, se indican algunas recomendaciones que al menos una vez al año, son necesarias recordar.

Si van caminando
Si los niños van a colegio caminando, recuerde que siempre se debe cruzar por los pasos de peatones, sin dejar de mirar a ambos lados de la calzada. Asegúrese de que sus hijos no crucen corriendo, saltando o jugando, ya que corren el riesgo de caerse en medio de la calzada y eso entrañaría un gran peligro. Si todavía son muy pequeños, lléveles siempre cogidos de la mano, especialmente para cruzar. Recuerde que no debe atravesar los cruces de varias calles, ya que, aunque se tarde unos minutos más, es conveniente cruzar las calles de una en una.
Nunca debe pasar entre los vehículos estacionados en la vía, la visibilidad es reducida tanto para los peatones como para los conductores, especialmente si se trata de los más pequeños, debido a que su campo de visión abarca sólo 120º y no los 180º que tienen los adultos.
Es aconsejable que vaya comentándole a su hijo como debe “interpretar su papel de peatón”, cruzar siempre por los pasos de peatones y sobre todo mirar bien y prestar atención a los vehículos que están circulando. Y si además, le explica el significado de las señales que se van encontrando, su hijo aprenderá una valiosísima lección.
Cuando vaya caminado por la acera no se olvide que el niño debe de ir siempre por el lado interno, lo más alejado posible de los bordillos, y prestar, además, especial atención ante las entradas y salidas de garajes que atraviesan la acera.
Si tiene que ir por los arcenes de la carretera, hágalo siempre por el lado izquierdo, para que los conductores puedan verles venir de frente.


Si van en coche
En la medida de lo posible, no utilice su propio vehículo para llevar a los pequeños, ya que así, puede evitar los atascos y la contaminación, entre otros. Si no hay otra posibilidad, asegúrese de que su pequeño vaya bien sujeto en el vehículo con los sistemas de retención infantil, adecuados a su peso y talla. Recuerde que en caso de colisión, a una velocidad de 50 km/h, un niño de 20 kilos de peso que viaje sin ningún tipo de sujeción, se golpearía contra el parabrisas con una fuerza equivalente a 500 kilos.
Tampoco debe llevar al niño sentado de copiloto y sin cinturón, y sólo podrá sentarlo delante, si éste mide más de 1,50 metros. Los niños no pueden ir en el regazo de cualquier ocupante del vehículo, y por supuesto tienen que ir correctamente sentados y atados al vehículo. Recuerde que un adulto sólo es capaz de sujetar a un niño que lleve en sus brazos si la colisión se produce a 5 km/h. Si lleva asientos infantiles adecuados a la talla y peso de su hijo, no olvide abrocharle el cinturón de seguridad, sino el dispositivo no sirve para nada.

Cuando empieza el colegio muchos padres dejan, una vez más, a sus pequeños en manos de las rutas escolares para que éstas se encarguen del transporte de los niños y realicen el trayecto de casa al colegio y viceversa.
Para confiar plenamente en que el resultado de estos viajes sea satisfactorio es fundamental que se cumpla rigurosamente toda la normativa relativa al transporte escolar, además a partir del curso pasado es obligatorio que todas las empresas de autobuses escolares se rijan según las exigencias que buscan reforzar todavía más algunos aspectos sobre la seguridad.
Se han producido cambios importantes tanto a nivel legislativo general y no sólo sobre normas de circulación sino también a cerca de las características técnicas que los vehículos deben cumplir.



Norma de seguridad en el autobús
El Real Decreto 443/ 2001 de 27 de abril es la ley que se encarga de regular la seguridad en el transporte infantil. Sin embargo, este decreto ha sido modificado en diversas ocasiones. En 2002 y en 2003 se hizo concretamente en todo lo que afectaba al cinturón de seguridad que volvió de nuevo a actualizarse en 2006 (Real Decreto 965/2006 del 1 de septiembre). Este decreto que trata las condiciones que deben cumplir los transportes de menores y hasta ahora dependía de las Comunidades Autónomas, no se aplicaba en todas las regiones de la misma manera, pero a partir del curso 2007- 2008 se hizo efectivo y debe cumplirse obligatoriamente.
Un aspecto como es el de la antigüedad de los vehículos queda recogido en esta ley que indica que como máximo pueden tener hasta 10 años, excepto en el caso de que anteriormente se hubiera dedicado a la misma actividad entonces la antigüedad se amplía hasta 6 años más. Por supuesto, los vehículos que se utilicen para este tipo de transporte deben estar homologados.
Tanto el tacógrafo como el limitador de velocidad serán imprescindibles en los autobuses escolares. Respecto a las salidas de emergencia éstas deberán estar señalizadas con luminosos o señales y deberá haber martillos para romper las ventanas.
Por otro lado, respecto a los pasajeros se incluyen otra serie de medidas detalladas para reforzar la seguridad de los mismos. Únicamente se puede ocupar una plaza por persona, además los niños con edades entre los 5 y los 11 años deberán permanecer sujetos durante el trayecto con cinturones anclados en tres puntos y siempre ajustados a su altura que se podrá elevar con cojines o algún otro dispositivo destinado para este fin. Y obligatoriamente, las plazas dedicadas exclusivamente a los minusválidos deben respetarse.
Respecto al piso del autobús no podrá ser deslizante y para evitar caídas, junto a las puertas se exigirá el servicio de barras y asideros para facilitar tanto la entrada como la salida del vehículo.
Siempre que la mitad de los viajeros sean menores de 16 años será imprescindible que éstos vayan acompañados por un adulto que esté pendiente de ellos y pueda prestarles la atención necesaria durante el trayecto. Esta persona velará por la seguridad de los niños y debe saber todas los protocolos de actuación de cara a un posible accidente, conocerá las operaciones de acceso al vehículo así como las maneras de salida en caso de emergencia y lo más recomendable es que esta figura adulta se encargue personalmente de la bajada y la subida al autobús así como del acompañamiento de los niños desde el autocar hasta el centro escolar y viceversa.
Los viajes realizados en este tipo de transporte no podrán, en condiciones normales, sobrepasar una hora de duración. Además estos vehículos deberán incluir el distintivo de autobús escolar con la debida señalización tanto en la parte frontal del vehículo como en la posterior que se iluminará siempre que el autobús pare para recoger o dejar a los pequeños.
Todas estas medidas se han propuesto con el único fin de reducir y evitar en la medida de lo posible los accidentes de tráfico y sobre todo para conseguir que los niños vayan más seguros y corran el menor riesgo en un trayecto tan cotidiano como es el de casa al colegio y al revés.
El desplazamiento en autobús al colegio es muy seguro, entre otros aspectos, por su baja siniestralidad. A continuación, detallamos las normas que deben adoptarse para el traslado correcto de los niños:
Cuando se acerque el autobús, mantenga a su hijo siempre alejado de él, a unos 2 metros de distancia y espere a que el autocar se acerque hasta la acera y se pare totalmente para subir.
Procura evitar peleas y empujones de los pequeños por ser los primeros en subir al autobús, y no les deje caminar por detrás del vehículo, el conductor podría no verlos y esta situación entraña mucho peligro. Además, si tienen que pasar por delante del vehículo háganlo con la distancia para que el conductor pueda verlos.
Aconseje a su hijo que si se le cae algún objeto cerca del autobús, nunca ha de recogerlo y que debe pedir ayuda al acompañante o al conductor, ya que si lo recoge él mismo, el conductor podría no verlo y poner el autobús en movimiento.
Cada niño debe de ocupar una plaza e ir correctamente sentado.
Avísele para que no alborote durante el trayecto, ya que si todos los niños chillan y hablan muy alto pueden provocar que el conductor pierda su concentración y, a fin de cuentas, es el responsable de dejarles sanos y salvos en su casa.
La DGT está realizando una campaña desde el día 15 hasta el 28 donde se inspeccionan todos los autobuses escolares.

Educación para la ciudadanía
La polémica asignatura de "Educación para la ciudadanía" también se hace eco de la seguridad vial, dentro del bloque que trata sobre todo de los aspectos relacionados con la vida en sociedad.
Esta materia destaca, además de la importancia de conocer normas y derechos fundamentales recogidos en el marco de la Constitución, de la vital necesidad de que los niños aprendan a respetar y a cumplir desde pequeños las nociones fundamentales de seguridad vial y a circular correctamente por la vía pública, siendo conscientes de los peligros y distinguiendo los comportamientos buenos de los malos hábitos. La prevención de accidentes es uno de los pilares de la seguridad vial, y reforzar esta idea desde la escuela ayudará a afianzar la concienciación de los más pequeños de los riesgos que se corren no sólo en las carreteras sino en todo lo que se refiere a la circulación por la vía pública


Por último, se recuerda la necesidad de hacer caso a las indicaciones del agente que se encuentra regulando el tráfico a la hora de la entrada y de la salida y que para evitar esperas innecesarias, es recomendable acceder al colegio desde la carretera, con el fin de circular todos en la misma dirección, (ya que por el otro lado a esas horas está prohibido), lo que hace más fluido y rápido el tiempo destinado a bajar a los niños del coche.