No obstante, los ayuntamientos
podrán autorizar su circulación por espacios peatonales con las limitaciones
que consideren necesarias
Una silla de ruedas a motor
circula por una de las calles de Torrevieja.
Por las aceras ya no.
La
Dirección General de Tráfico (DGT) acaba de publicar una instrucción para
intentar ordenar la circulación de vehículos de movilidad personal -patinetes
eléctricos, segway, sillas con motor eléctrico para personas con movilidad
reducida (scooters), entre otros-, hasta ahora envuelta en una laguna legal.
Estos vehículos están tomando todos los espacios públicos sin ningún tipo de
criterio de circulación. Tanto las aceras como las calzadas.
La DGT especifica que como es
«imposible» asimilarlos a la figura de peatón, «no puede hacerse uso de ellos
en las aceras y espacios reservados para los peatones». Tampoco es posible
catalogarlos como vehículos a motor. Por lo tanto, estos dispositivos podrán
«ubicarse físicamente sobre la calzada, siempre que se trate de vías
expresamente autorizadas por la autoridad local» y no circular por las aceras.
Aunque los ayuntamientos, especifica y reitera la resolución en varias
ocasiones, tienen la última palabra a la hora de modificar sus ordenanzas para
especificar por dónde pueden circular.
No es una resolución fácil de
aplicar porque en ciudades turísticas como Torrevieja o Benidorm estos
vehículos son muy populares y, sobre todo, hacen uso de espacios consagrados
para los peatones, en espacial los paseos y aceras en primera línea.
En el documento se explica que
las «nuevas tecnologías han favorecido la aparición de soluciones» de movilidad
urbana que favorecen los desplazamientos peatonales mediante «auxilio de nuevos
modelos de vehículos que rompen la tradicional división peatón/vehículo». Estos
vehículos cuentan con «una masa» superior a la de las personas y se mueven a
mayor velocidad que los peatones.
Al carecer de un espacio propio,
estos artilugios «generan situaciones de riesgo al compartir el espacio urbano
con el resto de usuarios» y a falta de una normativa específica la DGT ha
propuesto el criterio de que dejen de ocupar las aceras y espacios para los
peatones. La normativa aclara además dos puntos importantes: los conductores de
esos vehículos no necesitan licencia de circulación y tampoco seguro
obligatorio, aunque en este último caso pueden contratar uno de forma
voluntaria.