29 de agosto de 2013

Te interesa si llevas mascota a bordo: su seguridad depende de ti

 
Hace poco tiempo hablamos de mascotas, y de cómo llevarlas con seguridad en nuestros viajes en coche. La realidad nos dice que ni todo el mundo tiene claro cómo llevar a una mascota a bordo, ni sabe que son directamente responsables de los daños que produzca su mascota en un incidente. Es decir, que estamos obligados a asumir cualquier responsabilidad derivada de nuestra mascota, ya sea porque se cruce con un coche y provoque una colisión, como por cualquier otra situación de peligro.



La DGT ha recordado una publicación ya algo antigua de su revista “Tráfico y Seguridad Vial”, un extenso artículo sobre este tema que en Circula Seguro queremos (re)difundir por ser de la máxima importancia. No en vano, en España, hay millones de perros y gatos en las familias, y como parte de ellas también son ocupantes en los viajes de vacaciones. Al menos la mayoría, porque más de 100.000 perros son abandonados cada año (cifras variables, pero aproximadas), unos números que nos dan una idea de la vergüenza que supone abandonar a un miembro más de nuestra familia en una carretera perdida.

En el post anterior, el que comentaba hace un momento, ya contamos las precauciones básicas a seguir para viajar seguros, tanto las mascotas, como los demás ocupantes. Es fundamental conocer la legislación al respecto, y es fundamental conocer los métodos de transporte de mascotas más seguros. Eso sí, lo más básico es tener un poco de sentido común y pensar que las mascotas son otro pasajero más, y que si no llevaríamos a nuestro hijo suelto y sin SRI, ¿por qué vamos a llevar al perro libre?

Una colisión con tu perro suelto en el coche puede ser fatal para ambos
Existe un porcentaje nada despreciable de accidentes que tienen su origen en un animal. Es decir, que en su origen interviene de alguna manera un animal: un animal salvaje, una mascota suelta, una mascota libre dentro del coche que provoque una distracción,… Entre todas esas causas, también hay que notar el modo en que se produce el incidente: no es lo mismo un jabalí “a la espantada” que cruza la carretera (o la autovía, se ha visto de todo), que un perro abandonado y desorientado que no es capaz de salirse de delante del coche, que un perro revoltoso que despiste al conductor del coche en el peor momento.


De entre todas ellas, y he de decir que me parece repugnante y cobarde dejar abandonado a su suerte a un animal, son evitables los incidentes provocados por perros (y otras mascotas) sueltos. Los casos de animales salvajes (jabalís, caballos, ciervos, incluso serpientes aventureras) son impredecibles y no se pueden evitar, realmente. 

Pero podemos poner los cinco sentidos en nuestras mascotas y apreciarlas lo suficiente como para asegurarlas a la perfección.

Los datos son antiguos, pero escandalosos: en 2008 se registraron 12.000 accidentes provocados por animales, y el 23% correspondían a mascotas abandonadas (perros, en realidad). Con la crisis, la tendencia a abandonar crece, ya que por desgracia una parte de la sociedad es así. En 2010 los accidentes provocados por animales suben a 17.000, y además se recogieron 110.000 perros abandonados, que no se supone que sea el 100% de los animales.

La cosa está clara: si no entendemos que somos responsables del bienestar, la seguridad, y todo incidente causado por nuestra mascota, mejor es que no la tengamos. En el mejor de los casos, hay quien se da cuenta de que no puede y la cede a un familiar, le proporciona un nuevo hogar, se preocupa.

En el peor están los cobardes que abren la puerta y no miran atrás.
Un perro de 20 kg, en un impacto a 50 km/h será equivalente a una masa de 700 kg. Piensa en ello cada vez que prescindas de cualquier arnés porque vas “un momentito, ¡aquí al lado!”. En caso de colisión, no solo tu mascota sufrirá graves lesiones, sino que tú mismo, o tu familia, podéis salir muy gravemente heridos, o no salir.
En todo caso, todo está en tus manos, y es bueno recordar este tipo de cosas de manera especial en verano.