15 de abril de 2013

Sobre el uso obligatorio del casco para los ciclistas



La DGT quiere que sea obligatorio en las zonas urbanas, lo que pone en pie de guerra a ciclistas y ayuntamientos 

Los ciclistas que utilizan el casco ya no solo lo hacen en carretera o en el campo, sino en las ciudades. Complemento de seguridad más cómodo, con cuidados diseños y con colores para todos los gustos, los cascos previenen dos de cada tres lesiones graves en la cabeza y el cerebro, que son las principales responsables de la muerte de muchos ciclistas implicados en accidentes. Esta es la principal conclusión a la que llegó el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre después de analizar los estudios más recientes realizados por Colaboración Cochrane y la Universidad de Newcastle, ambas del Reino Unido, y la Academia Americana de Pediatría (EE UU).

Además, todos los expertos coinciden en la importancia de utilizar un casco homologado y correctamente abrochado. Destacan que los ciclistas que no usan el casco tienen casi el doble de riesgo de sufrir una lesión en la cabeza que aquellos que sí lo usan, y el riesgo de lesiones en el cerebro aumenta 2,13 veces en los ciclistas sin casco.

El National Highway Traffic Safety Administration estadounidense, una de las entidades cuyos informes fueron analizados, señala que el casco ciclista reduce el riesgo de lesión en la cabeza hasta un 85% y el de lesión cerebral, en un 88%. También el Instituto Holandés para la Investigación de Seguridad Vial recalca que un correcto uso del casco puede llegar a prevenir el 42% de las lesiones. Por su parte, tanto las asociaciones de pediatras de distintos países, como el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos, recomiendan su uso. En este sentido, subrayan que el casco ciclista en niños reduce la incidencia de sufrir traumatismos craneales en un 63% y la pérdida de conciencia, en un 86%.

Políticas de fomento
La reforma del Reglamento de Circulación que prepara la Dirección General de Tráfico (DGT) pretende que el casco sea obligatorio tanto en carretera -donde ya lo es-, como en las zonas urbanas -donde es opcional-. Esta imposición ha levantado una gran polémica.

Las asociaciones de ciclistas sostienen que imponer el casco puede contribuir a reducir la utilización de la bicicleta. La Coordinadora en Defensa de la Bici (Conbici) recuerda que el uso del casco para los ciclistas adultos «no es obligatorio en ningún país europeo». Añade que «la obligación de su uso en las vías interurbanas ni siquiera ha podido evitar que España se coloque a la cabeza de los países europeos en siniestralidad ciclista en carretera». Por ello, Conbici defiende que «la mejor garantía para la seguridad, no solo de los ciclistas sino del tráfico en general, es aumentar el número de ciclistas en la vía pública, mediante políticas de fomento, como las que se llevan a cabo en los países líderes de Europa (Holanda, Dinamarca, Alemania...), donde el uso del casco no es obligatorio, ni siquiera en vía interurbana».

La DGT pretende unificar con la reforma del Reglamento las ordenanzas municipales en torno a la bicicleta. Y lo ha conseguido, solo que al revés. La mayoría de las grandes ciudades españolas expresaron su rechazo a la obligatoriedad de usar el casco para circular sus calles, tal como se puso de manifiesto en el seno de la Comisión de Transporte de la Federación Española de Municipios y Provincias durante el estudio el proyecto legal.