30 de abril de 2012

Panasonic anuncia un sistema de detección de peatones y bicicletas que se incorpora en los semáforos


A medida que pasa el tiempo, un número mayor de fabricantes está abordando la seguridad de los peatones vista desde todas las ópticas posibles. De hecho, el consorcio EuroNCAP, responsable de las pruebas de choque de vehículos que sirven para establecer una escala de niveles de seguridad pasiva, va a endurecer los criterios relativos a la protección a viandantes, pero esta es sólo la punta del iceberg que supone la creciente preocupación por los atropellos.
Si una buena política de seguridad vial es aquella que se anticipa el problema, interesantes son los programas que están desarrollando los fabricantes de automóviles, en el campo de la seguridad activa, para detectar peatones. Es el caso, por ejemplo, de Volvo y de BMW. Y también tenemos otros sistemas que no se incorporan al vehículo sino a las infraestructuras, como es el de Panasonic.
El sistema anunciado por la firma nipona permite controlar a larga distancia, a unos 40 metros más o menos, la presencia tanto de vehículos como de peatones. Funciona gracias a un radar de onda milimétrica especial que es capaz de detectar personas y objetos de todo tipo, incluidas también las bicicletas.
Normalmente los radares de onda milimétrica detectan con mayor facilidad los vehículos grandes que las personas o las bicis, pero los ingenieros de Panasonic dicen haber encontrado la manera de detectar a ambos simultáneamente a pesar de la diferencia de señal que encuentran en cada caso.
Detección con una precisión de 50 centímetros
Al parecer, lo han logrado introduciendo una tecnología de modulación de pulsos que emplea una nueva secuencia que le permite detectar con una resolución de 50 centímetros y en un rango de 5 grados, algo que convierte el sistema en una herramienta útil contra los atropellos. Además, el sistema utiliza antenas adaptativas que combinan la detección del radar con un algoritmo que permite una estimación de la posición del usuario en el momento siguiente.
Y como en el fondo hablamos de detección por radar, lógicamente la aplicación del sistema es válida bajo circunstancias de baja visibilidad, como puede ser de noche, con lluvia, nieve o niebla densa, que son factores que ponen en peligro a los usuarios más vulnerables cuando fallan otros sistemas basados en cámaras o sensores.
Al detectar al peatón, al ciclista o a cualquier otro vehículo, el sistema interactúa con el semáforo donde se instala, y mediante señales avisa al conductor del riesgo de atropello. Es una muestra de la tecnología aplicada a la comunicación entre las infraestructuras y el conductor que no necesita que el vehículo entre a dialogar con la señalización.
El próximo paso, seguramente, estará en implementar estos sistemas de detección con las posibilidades que tienen ya los vehículos de detenerse por sí mismos cuando alguien externo les da la orden. Pero eso todavía tardará en llegar. Cuando se establezcan unos protocolos únicos de comunicación y cuando todos los fabricantes comiencen a incorporarlos, empezaremos a ver sistemas que evitarán los atropellos de forma completamente autónoma.