Las Smart TV llevan ya varios años posicionándose como uno de los dispositivos inteligentes más habituales en nuestros hogares. Según el Estudio Anual de Televisión Conectada 2019, publicado por IAB Spain, el 57,5% de los hogares españoles disponen de una Smart TV.
Las funcionalidades que nos ofrecen son muy variadas:
- Podemos conectarlas a Internet a través de un cable de red a nuestro router, o mediante la red wifi, para poder navegar o descargar aplicaciones multimedia. Casi, como si de un ordenador se tratase.
- También, podemos conectarlas a nuestro dispositivo móvil para utilizarlo como mando a distancia y proyectar contenido del smartphone o tablet en la televisión.
- Y, como habíamos comentado, tenemos a nuestra disposición numerosas aplicaciones que nos permiten ver películas o programas bajo demanda, así como utilizar aplicaciones varias como redes sociales, correo electrónico o para realizar videoconferencias, entre muchas otras.
Por esta razón, se han convertido en una de las víctimas más comunes dentro del IoT. Estamos más acostumbrados a proteger nuestros smartphones y equipos de sobremesa, y nos olvidamos de que todo dispositivo conectado a Internet es susceptible de ser atacado, olvidando la cantidad de información que una televisión puede almacenar sobre nosotros.
¿Cuáles son las principales amenazas contra las Smart TV?
- Explotación de fallos de seguridad en el software. Si no actualizamos correctamente nuestro dispositivo, corremos el riesgo de que existan fallos o brechas en su seguridad que pueden ser explotados por los ciberdelincuentes, llegando a tomar control del televisor.
- Infección de la red. Como los dispositivos inteligentes se comunican entre sí, un televisor hackeado podría llegar a infectar todos los dispositivos de nuestro hogar, así como cualquier otro que se conectase a nuestra red. Así es como terminan formándose las botnets, donde varios dispositivos infectados son controlados por los ciberdelincuentes para llevar a cabo actividades delictivas, como un ejército de dispositivos zombis.
- Pérdida de privacidad. Muchas Smart TV incorporan micrófonos e incluso cámaras. A través de ellos, podrían recabarse datos muy sensibles sobre nosotros y nuestro entorno: quiénes somos, qué hablamos, qué movimientos realizamos frente al televisor, cómo es nuestro hogar, etc.
- Robo de datos. La mayoría de las aplicaciones que utilizamos requieren de una cuenta de acceso que, de ser comprometida la seguridad del dispositivo, podrían caer en manos de los ciberdelincuentes.
- Cryptojacking. Algunos ciberdelincuentes utilizan nuestros dispositivos para llevar a cabo el minado de criptomonedas utilizando nuestros recursos. Como consecuencia, podemos notar problemas en el rendimiento de la Smart TV.
En gran medida, la responsabilidad de evitar estas amenazas recae en el fabricante, siendo ellos los que deben maximizar las medidas de protección. Sin embargo, los usuarios no podemos lavarnos las manos, pues son nuestros datos los que están en juego. Por ello, existen algunas pautas que podemos seguir para maximizar la seguridad de nuestra información y blindar las Smart TV.
¿Cómo puedo configurar de forma segura mi Smart TV?
Las Smart TV pasan mucho tiempo conectadas, recabando información y como cualquier otro dispositivo inteligente, podemos acceder a su configuración para decidir qué hacer con esos datos, además de llevar a cabo algunas acciones para mejorar nuestra seguridad:
Sin embargo, no olvides que las apps también pueden llegar a ser maliciosas, especialmente si las descargamos de sitios no oficiales, es decir, fuera del repositorio de aplicaciones que el fabricante de la Smart TV pone a nuestra disposición: Samsung, LG.
Crear una cuenta segura. Lo primero será crear una cuenta con la que podremos gestionar e interactuar con el dispositivo. En este punto, lo más importante es utilizar una contraseña robusta y, si el dispositivo lo permite, crear una cuenta para cada usuario. El proceso puede ser distinto según el fabricante: Samsung, LG.
Acceder a la configuración de seguridad y privacidad. El siguiente paso será acceder a la configuración de privacidad y seguridad del dispositivo. Desde aquí, podremos modificar diferentes parámetros, entre ellos, aquellos que nos permiten gestionar el uso que se hace de nuestros datos personales por parte del fabricante. Por ejemplo, podemos desactivar la función de escucha de nuestro dispositivo o gestionar los permisos que damos a diferentes aplicaciones.
Las Smart TV son compatibles con el asistente de Google, Alexa o Siri, por lo que intercambiarán información personal muy sensible (nombre, dirección de correo, ubicación, nuestros perfiles y ajustes en determinadas aplicaciones y servicios, etc.). Desde la configuración, podremos gestionar el uso que se hace de estos datos, limitar el intercambio entre dispositivos y decidir qué información queremos compartir con el fabricante. Aunque esto puede variar entre un dispositivo y otro, y lo más seguro es consultarlo con el fabricante: Samsung, LG.
Finalmente, otra función útil dentro de estos parámetros es la de gestionar los permisos que concedemos a las diferentes aplicaciones instaladas. De esta forma, podremos revocar aquellos que nos interesen o incluso eliminar aquellas apps que ya no utilicemos o no nos inspiren confianza.
Actualizaciones automáticas. Las actualizaciones son algo muy importante, ya que corrigen fallos y brechas de seguridad. Por ello, siempre recomendamos configurar las actualizaciones para que se lleven a cabo automáticamente, minimizando el tiempo que nuestro dispositivo pueda ser vulnerado. Ver cómo se realizaría en televisores Samsung y LG.
Descargar aplicaciones fiables. Es muy común que queramos instalarnos todas las aplicaciones que podamos para sacarle el máximo provecho a nuestra Smart TV. En este sentido, es recomendable instalar algunas aplicaciones que nos proporcionen una capa extra de seguridad, como es el caso de un antivirus.
Sin embargo, no olvides que las apps también pueden llegar a ser maliciosas, especialmente si las descargamos de sitios no oficiales, es decir, fuera del repositorio de aplicaciones que el fabricante de la Smart TV pone a nuestra disposición: Samsung, LG.
Blindar el router. La seguridad de nuestra red comienza en el propio router. Son muchas las configuraciones que podemos implementar para mejorar las defensas de nuestra conexión a Internet, como el uso de contraseñas robustas y el filtrado de direcciones MAC.
Navega de forma segura. Una Smart TV nos permite navegar por Internet como si de nuestro ordenador, smartphone o tablet se tratase. Por ello, debemos tener en cuenta las mismas medidas de seguridad. Evita webs que no dispongan de un sistema de cifrado seguro (HTTP) y aquellas sin certificado digital. Del mismo modo, recuerda no guardar tus credenciales en el navegador para evitar poner en peligro tus cuentas, si el dispositivo fuese atacado. Finalmente, ante la duda, no hagas clic en cualquier ventana o mensaje que te pueda aparecer, contrasta la información antes de realizar una acción de la que no estés seguro.
En resumen, las Smart TV, como cualquier otro dispositivo inteligente, son dispositivos en los que depositamos muchísima información personal y que terminan formando una parte importante de nuestro día a día. Por esta razón, es conveniente que los usuarios nos concienciemos sobre cómo proteger esta información, mejorar las medidas de seguridad del dispositivo y, sobre todo, informarnos debidamente antes de comprar cualquiera de estos dispositivos.