24 de septiembre de 2019

Somnolencia y consumo de alcohol: dos problemas al volante que se extienden por toda Europa

Ciertos factores de riesgo parecen perpetuarse en nuestras carreteras. Aunque la sociedad europea está cada día más concienciada de los peligros que podemos encontrar al volante, la estadística prueba que queda mucho trabajo por delante. Así lo demuestran informes como el Eurobarómetro de la Fatiga 2019, que revela que un 14% de los conductores españoles conduce tras consumir alcohol y lo hacen de forma habitual.
El estudio viene impulsado por el RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA), con el apoyo de la DGT. En relación con estos últimos, no es casualidad que el trabajo de investigación se haya centrado en la fatiga y, sobre todo, el consumo del alcohol. Y es que, dada la naturaleza de los refrescos, estos pueden llegar a ser buenos aliados contra el cansancio. Ahora bien, el propia DGT en su guía «Comer bien, conducir mejor«, nos aclara qué líquidos son los más recomendables:
El consumo habitual de bebidas estimulantes es una práctica relativamente común durante y después de la comida. A pesar de que mantienen la mente despierta no aumentan la concentración ni la memoria ni del conductor ni de sus acompañantes. Los zumos de frutas u hortalizas, el agua o las infusiones relajantes son una opción más saludable y nutritiva.

El perfil del conductor fatigado


Una de las ventajas del estudio es su amplitud geográfica. Ha consistido en casi 3.400 entrevistas en 15 países de nuestro continente. Esto no ayuda a hacernos una idea de los hábitos en Europa y de contrastar los datos por país.
Si hablamos de somnolencia, descubrimos que el 5,2% de los europeos admite que casi siempre se queda dormido en un viaje largo. Claro que, el 27% de estos reconocen que no paran a descansar antes de las 4 horas ininterrumpidas de conducción. Esa cifra es mucho mejor en nuestro país, pues estamos por debajo de la media europea situándonos en un 2,3%.
El perfil del conductor que conduce sin descanso y con riesgo de quedarse dormido es muy concreto. Destaca que casi un 35% suelen ser por motivos laborales, mientras que la accidentalidad relacionada es mayor entre los conductores más jóvenes.

La somnolencia en las carreteras europeas

Por su parte, Finlandia, Suecia, Italia, Noruega y Francia son los países con mayor incidencia del cansancio sobre la conducción. Entre un 24% y un 18% de los conductores encuestados confiesa haber sufrido alguna vez un accidente como consecuencia de la fatiga al volante.
Resulta muy interesante que los países con mejores datos de accidentalidad por culpa del cansancio suelen ser también los que mejores hábitos de conducción presentan (con la curiosa excepción de Austria). Por ejemplo, los conductores portugueses son los que antes paran durante un viaje largo (tras 1 hora y 45 minutos) y, a la vez, los que menos accidente sufren por culpa del cansancio.
Los datos de España no son malos si los comparamos con el del resto de países. La fatiga como detonante de un accidente afectó a algo más del 10% de los encuestados. Igualmente, los españoles paramos durante un viaje largo pasadas las 2 horas y 7 minutos.

El alcohol sigue, por desgracia, muy presente

Las bebidas alcohólicas, competencia de los refrescos en las estanterías de los supermercados, constituyen una lacra cuando se combinan con la conducción. El Eurobarómetro destapa un dato negro: la media de los que consumen alcohol y conducen en Europa es de un 43,6%, similar a España. En nuestro país, los que lo hacen como costumbre llegan hasta el 14%.
Con todo, la situación es peor en países como Francia. Allí, el 54% reconoce conducir tras beber alcohol. Austria, Suiza e Italia acompañan al país galo dentro de un grupo en el que más del 50% de los conductores encuestados beben alcohol y conducen. Destaca el hecho de que el estudio incide en el consumo de alcohol, independientemente de la cantidad. En cualquier caso, lo cierto es que el alcohol influye sobre el modo en que se conduce, aunque se ingiera en cantidades limitadas o escasas.

La somnolencia se combate antes de entrar al vehículo

Combatir la somnolencia al volante implica controlar una serie de variables. Tanto la DGT como la Fundación MAPFRE nos ofrecen recomendaciones y guías muy útiles para orientarnos y perfeccionar los hábitos de conducción.
La horquilla de factores que influyen son muy amplias. No solo afectan la planificación, horas de sueño, descansos al volante, sino también elementos como la alimentación. Como os hemos contado en Circula Seguro, una mala elección culinaria conlleva una reducción del rendimiento cognitivo en un 10%.
Puede que las rutinas diarias no nos faciliten las cosas a la hora de ponernos al volante. Aún así, la buena conducción también pasa por extender las buenas costumbres más allá del tiempo que pasamos dentro del vehículo.
Fuente: Circula Seguro