Los expertos recomiendan que los
colegios enseñen seguridad vial tras los años de primaria
El 72% de los padres españoles
creen que en estos momentos las escuelas no ofrecen suficiente
educación en materia de seguridad vial, un porcentaje que es superior
al de padres europeos (62%). Casi la mitad de los profesores de autoescuela
encuestados por Goodyear el año pasado (el 42%) también estaban de acuerdo en
que la educación para la seguridad
en carretera debería ser obligatoria en las escuelas y
podría cobrar más importancia a medida que los niños crezcan.
En la UE, el 84% de los padres
considera que los principios de la seguridad vial deben enseñarse en el colegio desde
que los niños son pequeños. Eslovenia con el 90% es el país con mayor
porcentaje de padres a favor de este pensamiento y el 66% cree que, en estos
momentos, las escuelas no ofrecen suficiente educación en la materia.
Fuera de la UE, los padres rusos
demuestran el mismo nivel de apoyo que la media europea (84%). En Turquía y
Sudáfrica el respaldo es mayor, con un 93% y 92% respectivamente.
La investigación realizada por
Goodyear se recoge en la nueva edición de su informe «La seguridad vial
es lo primero: Mejorar la seguridad vial para conductores jóvenes». Esta
nueva edición se basa en la amplia encuesta realizada por Goodyear a 6.805
padres de conductores noveles (entre 16 y 25 años) de 19 países, comunitarios y
extracomunitarios. La encuesta tiene como objetivo entender mejor la opinión de
los padres respecto la seguridad vial, tanto a la hora de dar ejemplo al
volante, como de ayudar a sus hijos cuando aprenden a conducir.
En palabras de Eddy Klynen,
director general de la Fundación Flamenca para el Conocimiento de la Seguridad
Vial «no se imparte suficiente educación en relación a la seguridad vial en los
colegios. Los centros de primaria lo hacen
bien, pero en los de secundaria es más complicado. Es
una pena, porque ese es el momento en el que el tema cobra más importancia».
Eszter Salamon de la Asociación
Europea de Padres también subraya la importancia de la educación y está de
acuerdo en que se vuelve más difícil enseñar a los jóvenes cuando
son adolescentes. «El
momento de aprender a conducir se da cuando los jóvenes pasan por una etapa de
rebeldía, por eso la educación vial se debe enseñar también en una etapa
más temprana. La comprensión de la seguridad vial para peatones forma
parte de los hábitos diarios del niño y los padres tienen la responsabilidad de inculcarles
buenas costumbres. Sin embargo, entre los 16 y los 20 años, los jóvenes
tienden a hacer mucho más caso a la gente de su edad que a sus padres».
De acuerdo con los resultados
obtenidos por Goodyear, a los padres de conductores noveles les gustaría poner
a punto sus habilidades al volante para dar una mejor imagen a sus hijos y un
46% sería favorable a un curso de conducción obligatorio. También querrían involucrarse
más en la parte de la formación de sus hijos que está en manos de
profesionales: al 53% de los padres les gustaría que los profesores de
autoescuela de sus hijos les mantuviesen regularmente informados y el 40%
estaría interesado en asistir a una clase para comprobar de primera mano cómo
progresa su hijo.
Los expertos de Traffic
Psychology International (TPI) creen que la educación vial tradicional necesitaría
una mejora generalizada. La psicóloga del tráfico Margit Herle de TPI
declara que en Europa, la educación para conductores no abarca todos los
niveles necesarios. «Un conductor tiene que dominar cuatro competencias
jerárquicamente establecidas: manejo del vehículo; gestión de situaciones de
tráfico; objetivos y contexto de la conducción; objetivos y competencias para
la vida. En cada uno de estos cuatro niveles se debe dominar algunos
conocimientos y habilidades, estar al tanto de los factores que incrementan el
riesgo y realizar una autoevaluación de su propio comportamiento. La educación
vial tradicional que se imparte en Europa aún no recoge todos estos aspectos».