Se acerca el día en el que se dejará atrás el horario de verano para meterse de lleno en el de invierno. Ese día habrá que retrasar una hora el reloj y las jornadas parecerán desde ese momento más cortas ya que anochecerá antes. La pregunta que se plantea ahora es:
El cambio de hora se producirá durante la madrugada del próximo sábado 24 al domingo 25 de octubre. Habrá que retrasar los relojes una hora con lo que a las 03.00 serán las 02.00, mientras que en las Islas Canarias a las 02.00 será la 01.00. Esto significa que se ganará una hora de sueño.
Este cambio de hora se produce el último domingo de octubre de cada año y forma parte de la Directiva Europea 200/84CE que también establece la aplicación del horario de verano a finales de marzo. Esta normativa es de obligatoria aplicación en todos los países miembros de la UE y tiene como objetivo lograr un ahorro energético y aprovechar las horas de luz natural. Supone además un beneficio para sectores como el transporte y las comunicaciones, para la seguridad vial, las condiciones de trabajo, la salud, el turismo y el ocio, según argumentaba la Comisión Europea en 1999.
Esta misma institución realizó en 2018 una consulta pública a todos los ciudadanos europeos en la que más del 80% de los 4,6 millones de personas que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora. Con este resultado, la Comisión propuso terminar con esta práctica y que en marzo de 2019 se produjese el último cambio de hora. La falta de consenso entre los estados y de evaluaciones de impacto ha hecho que Europa retrase hasta 2021 la posible anulación del cambio horario.
Desde octubre de 1996 se cambia la hora el último domingo de octubre, mientras que antes de esta fecha el cambio se producía en el mes de septiembre.
Este año 2020 el cambio de hora está previsto para la madrugada del domingo día 25, momento en el que los relojes analógicos y digitales que no sean inteligentes tendrán que retrasarse una hora para entrar de lleno en el horario de invierno. En el momento en que las agujas del reloj marquen las tres de la madrugada, tendrán que retrasarse una hora para volver a marcar las dos.
Esta modificación del horario se aplica a todos los países de la Unión Europea, y fue creado para ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural. ¿Pero sirve realmente este cambio para ahorrar en luz? Lo cierto es que cada vez que hay que cambiar la hora se produce un reajuste en las personas ya que amanece una hora antes, y por lo tanto anochece también una hora antes, por lo que se dispone de menos tiempo de luz solar por las tardes y se hace necesario consumir una hora más de electricidad. Según los expertos, al amanecer una hora antes hay más personas que pueden disfrutar de más luz solar, provocando un ¿claro? beneficio para la salud.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE por sus siglas, los hogares españoles ahorran con esta medida una media de 6 euros de luz al mes, lo que representa aproximadamente un 5%, o lo que es lo mismo, unos 300 millones de euros de ahorro.
NO SERÁ EL ÚLTIMO CAMBIO DE HORA
En cuanto a la pregunta del millón, de si este será ya por fin la última vez que tengamos que modificar los relojes, debemos deciros que no, puesto que en marzo de 2021 está previsto que volvamos a tener que adelantar las saetas.