7 de mayo de 2017

Un atropello como nadie te lo había contado

306 personas murieron atropelladas según la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2015, último dato disponible

El número de personas que mueren atropelladas en nuestro país es, según la Dirección General de Tráfico (DGT) un 30% inferior a lo que sucedía en 2009. El último dato disponible, 309 fallecidos, dista de los 459 que murieron un lustro antes, pero para la Fundación Mapfre, que presentó ayer el informe «Velocidad y usuarios vulnerables», considera que si se rebajase la velocidad en las zonas próximas a colegios, parques infantiles y centros de mayores, se reduciría considerablemente esta cantidad. De hecho, en la rueda de prensa ofrecida para exponer algunas conclusiones de dicho trabajo, se extrajeron dos datos que invitan a la reflexión: por una parte, apela a la responsabilidad de los conductores que dos de cada tres no respetan la normativa referente a la velocidad en tramos limitados a 20, 30 y 40 km/h. Apelaron también a la actuación de los viandantes, puesto que el 40% de los ancianos y menores atropellados en Madrid cruzaba mal, adujeron el responsable de Relaciones Externas de la Policía Municipal de Madrid, Antonio Gómez Montejano, y uno de los miembros de la Unidad de Atestados de este cuerpo, José Luis Zárraga.

Pero... ¿qué sucede exactamente en la colisión de un vehículo que atropella a un peatón?

1. Los impactos frontales son los más frecuentes en los casos de colisión entre vehículos y peatones. Cuando la persona adulta atropellada está de pie, el primer contacto se produce entre la pierna o la rodilla y el parachoques del vehículo, seguido del choque con el borde del capó.

2. Lo siguiente que ocurre es que la aceleración hace que la extremidad inferior del cuerpo salga proyectada hacia delante y la extremidad superior se ve sometida a una rotación y aceleración en relación al vehículo.

3. La pelvis y el tórax golpean el borde y la parte superior del capó, respectivamente.

4. La cabeza golpea el capó o el parabrisas a una velocidad igual o similar a la del automóvil implicado.

5. Por último, la víctima cae al suelo con las siguientes lesiones.


Los autores del informe de la Fundación Mapfre destacan que casi todas las lesiones graves se producen por el impacto directo del peatón contra el vehículo, no tras su caída en la vía. Por supuesto, la gravedad de la lesiones sufridas en cabeza, tórax, pelvis y extremidades dependerá de la velocidad del vehículo en el momento del impacto, el tipo de vehículo, la rigidez y la forma del vehículo, las características de la parte delantera del vehículo, la edad y altura del peatón, así como la posición del peatón en relación al frente del vehículo, destacó Jesús Monclús, director de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre.