En España se producen alrededor de 14.000
accidentes de tráfico al año causados por animales
Aquella folclórica frase de precaución amigo
conductor no deja de tener sentido por muchos años que pasen. Como conductores
nos conviene recordar que no debemos ignorar los múltiples imprevistos y
peligros que nos podemos encontrar por la carretera, aunque cada vez tengamos
más experiencia al volante y conducir nos parezca algo sencillo y natural.
Uno de esos peligros es encontrarnos con algún
animal cruzando la carretera, lo que implica vernos obligados a intentar frenar
con urgencia o realizar una maniobra de esquiva repentina, o cuando no hay
forma de evitarlo atropellar al animal, con las consiguientes consecuencias para
nuestro vehículo.
Jabalíes y perros son los que más accidentes causan
Tanto una acción como otra implica un peligro
importante:
– Que nos alcance otro vehículo que venga por
detrás que no mantuviera la debida distancia de seguridad.
– Que en la maniobra de esquiva nuestro vehículo se
desestabilice y perdamos el control, con el riesgo de realizar un sobreviraje
(trompo) o de salirnos de la vía.
– En caso de atropello, que el animal provoque
serios daños al vehículo, que invada violentamente el habitáculo a través del
parabrisas pudiendo causar lesiones graves a los ocupantes, o que igualmente
nos haga perder el control del vehículo.
Cuanto más grande y pesado es el animal más peligro
y peores daños causará. El términos absolutos, el animal que más accidentes
causa es el jabalí, por sus costumbres nocturnas (pero ojo, que le sigue de
cerca en la lista el perro).
Los animales domésticos, sobre todo perros, están
implicados en algo más de la tercera parte de los accidentes con animales involucrados.
Es vital recordar a los dueños de animales de compañía como los perros, que por
la calle y por los parques, salvo en las zonas específicamente reservadas para
ellos, tienen que ir siempre sujetos con correa, precisamente para evitar que
invadan la calzada y provoquen un accidente.
En carreteras secundarias y de noche hay más
peligro
En primavera y otoño es cuando más accidentes
suelen producirse con animales, sobre todo al atardecer y durante la noche,
cuando muchos se deciden a buscar comida y cruzar las carreteras. En España se
producen unos 14.000 accidentes al año causados por animales. Galicia, Castilla
y León, Aragón y Cataluña son las comunidades autónomas que más accidentes
registran.
La mayor parte de los accidentes con animales, casi
4 de cada 5, se producen en carreteras secundarias. En autopistas y autovías,
carreteras que cuentan con vallado perimetral, es menos probable encontrarse
con animales, pero no es imposible, así que tampoco debemos confiarnos. En
ciudad el mayor riesgo son los perros sueltos, como hemos dicho antes.
Luz de carretera para ver más
Al encontrarnos con un animal el primer problema
que nos encontramos es la sorpresa y el susto, con la consiguiente
sobre-reacción. Si nos sucede esto debemos mantener la calma, reducir con
decisión la velocidad frenando sin miedo y evitar brusquedades con la
dirección. Si hay que esquivar al animal, mejor por detrás de él, siempre que
haya espacio suficiente, pues en principio el animal tenderá a seguir su trayectoria
de frente para terminar de cruzar la carretera, y siempre girando el volante
con suavidad.
Puesto que casi todos los accidentes de este tipo
se producen de noche, lo más importante es poder ver cuanto más mejor, y
circular de manera que tengamos tiempo para reaccionar:
– Fuera de poblado circularemos siempre que
podamos, es decir, sin deslumbrar a otros conductores, con la luz de carretera
(las luces largas), para ver más distancia por delante. Recuerda que mirar
lejos nos permite conducir de manera preventiva y anticiparnos.
– Debemos circular a una velocidad moderada, que
nos permita reaccionar e incluso detener por completo nuestro vehículo dentro
del espacio iluminado por nuestros faros. Por supuesto mantener la distancia de
seguridad con otros vehículos es fundamental.
– Debemos extremar la precaución al ir por
carreteras secundarias de campo y monte, con muchas curvas con poca visibilidad
y donde haya señalización de peligro por animales, ya sean domésticos (la señal
P-23, con la vaca), ya sean salvajes (la señal P-24, con el ciervo).
Como siempre que tenemos que conducir, recuerda, el
mejor consejo: precaución.
Fuente: Circula Seguro.