Hilo de Twitter de un GC
Hoy os voy a hablar de los Policías Locales. Esos tipos que conoces de verlos cien veces por tu pueblo. Héroes sin rostro.
Y digo sin rostro porque conozco perfectamente sus historias. Policías de verdad. Tipos bregados en cientos de movidas. Como todos, cada uno con un pasado. Unos vienen del Ejercito, otros se hicieron Policía Local para no salir de su casa, otros de rebote...
Sucede que a algunos les gusta reírse de los Policías Locales. Pobres diablos. Si hubiesen estado como yo, con el Policía Local R. en mitad de una noche tormentosa donde un tipo tenía contra su voluntad a su mujer e hijo mientras los amenazaba con una escopeta...
O como E., que estando en prácticas y sin arma, condujo el vehículo policial mientras se acercaba al domicilio de un tipo armado que juraba matar a quien se presentase en sus dominios. Dos hijas tiene el tío, poco le importó. Y todo por salvar a alguien que no conoces.
Un día tomando un vino con E. y con su mujer rememoramos la historia entre risas de quienes como viejos marineros brindan por tiempos pasados que siempre parecen mejores. Por poco lo descoyunta de la colleja que le dio.
A mi me miró y me dijo, y tu no te rías que también tienes dos hijas... Me acuerdo también del Oficial M., un tipo correcto, educado y poco hablador con un corazón enorme y una inteligencia tan poderosa como lo es su cordura y capacidad para no inmutarse ante las afrentas.
Las Policías Locales, en su mayoría, las componen tipos abnegados, sin ánimo de figurar, que echan una mano en todo cuanto se les pide sin pedir nada a cambio. Que responden ante cualquier hecho y que si es preciso se juegan su vida.
Héroes. Tipos que querría en esa trinchera imaginaria que uno dibuja cuando un problema parece ser una guerra. Los Guardias Civiles pasamos y cambiamos de destino. Renovamos la vocación, ventilamos nuestras cuitas y reiniciamos el contador..
Ellos por lo general, perduran en su destino. Ven pasar jefes, Guardias Civiles, Alcaldes... y siempre están ahí. Si yo fuera usted, cuando los viese les sonreiría. Puede que a usted le parezca menos glamuroso, pero el Policía Local que tiene frente a usted...
Es probablemente el primero en llegar para auxiliarle. Y lo hará bien, claro que lo hará bien. Llevan muchos años achicando agua, ayudando. Ellos no lo van a decir, son discretos. Pero permítanme que se lo diga yo.
Cuando vean un uniforme cerca, confíen. No miren el color o los galones. Miren a los ojos y confíen. Ellos están para ayudarles, como nosotros. Yo siempre tendré una magnífica impresión de los Policías Locales. Por R, por E y por el Oficial M.
Hace unos días, un Policía Local murió asesinado. Seguro que hoy leen a muchos analizando si lo hizo bien, si esto o lo otro. No digo que no sea un buen debate. Yo prefiero alabarlos, guardar respeto y pensar en su familia. El que dio si vida por salvar otras...
Muere mas el primero en llegar. Me lo dijo un veterano en uno de mis primeros servicios. Pensé que lo decía para que no corriese, que era mejor ser prudentes. Pero el, rápido apostilló. “Tenemos que llegar los primeros, alguien puede necesitarnos, trata de que no te maten”
Servir y proteger. Todo eso que nos enseñan. Uno no termina de acostumbrarse a esto. Todos en el oficio hemos perdido amigos. Descanse en paz y Viva la Policía Local!
