3 de junio de 2017

Seguridad Infantil en piscinas

Las estadísticas dicen que las lesiones en la infancia se triplican durante el periodo estival, siendo los ahogamientos el principal peligro.
El 70% de los ahogados son menores de 6 años
3 de cada 4 fallecimientos se producen en piscinas privadas
5.000 menores fallecen en Europa cada verano por ahogamientos
Ante estos datos y a falta de normativas que regulen la seguridad infantil en las piscinas,  la concienciación y la divulgación de las medidas preventivas son las herramientas que desde la Asociación Nacional de Seguridad Infantil ponemos a disposición de la sociedad para reducir la tasa de fallecimientos infantiles en piscinas. Así mismo apoyamos todas aquellas campañas que fomenten una regulación y divulguen la seguridad infantil en estos espacios.
Todas las medidas preventivas recogidas en este decálogo se basan en las características (escasa motricidad, nula o escasa percepción del riesgo, etc.) y los comportamientos habituales (curiosidad, querer un juguete que esté en el agua, etc.) de los más pequeños, y son los adultos los que deberán ver el espacio de la misma forma que los niños para conseguir la eficacia que se persigue y bajo la premisa que solo 6 cm de agua pueden provocar un ahogamiento infantil.
Únete a nuestra campaña para evitar más ahogamientos infantiles

Decálogo: Recomendaciones y medidas preventivas para evitar ahogamientos infantiles en piscinas

SUPERVISIÓN continua: NO existe sustituto de la  supervisión de un adulto, por ello la estricta vigilancia y el control permanente son básicos. Si son varios los adultos en casa, recomendamos se nombre un responsable de la supervisión o hacer turnos de vigilancia, de lo contrario se puede caer  en el error de confiar en que otro está observando a los niños y no ser así.
Norma 10/20: Cada 10 segundos el adulto responsable de la vigilancia debe mirar a la piscina si hay niños dentro o alrededor de ella y debe llegar a ella en menos de 20 segundos, o lo que es lo mismo: debes poder alcanzar al niño con el brazo. Evitar cualquier distracción, muy comunes actualmente con el uso de móviles y redes sociales.
Detectar riesgos: previamente el adulto debe recorrer el camino desde el hogar hasta la piscina tal y como lo haría el niño, asegurándose de que en ningún caso el pequeño puede llegar hasta el agua por sí solo ante un descuido.
Niveles de protección: en función de los riesgos detectados y las características de la casa se instalaran los dispositivos de seguridad que eviten que el niño pueda llegar a la piscina, tanto en el interior de la casa como en el exterior.
Aprendizaje y educación: los niños deben aprender lo antes posible a flotar primero y a nadar después. Aun con este aprendizaje no olvidar posibles accidentes como caídas y golpes o una mala digestión,  pueden conmocionar al pequeño por lo que volvemos a referirnos al punto 1 del presente decálogo.
Dispositivos de rescate: tener a mano equipos de rescate básico, salvavidas, pértiga y teléfono.
Orden: el mejor hábito es el de recoger los juguetes y otros elementos de flotación que puedan resultar llamativos para el niño, deben mantenerse alejados de la piscina y sus alrededores después de su uso, de esta forma evitamos que el niño intente alcanzarlos
Drenajes: la revisión y el mantenimiento de estos elementos, así como el alejamiento infantil de las partes mecánicas y de los filtros de la piscina son las mejores medidas preventivas para evitar lesiones o mantenerse sumergidos por la succión sin posibilidad de salir a la superficie. Los  adultos deben conocer como desconectar estos dispositivos.
Elementos de seguridad
Elementos de seguridad activa (vallas de piscina y cobertores), que evitan el contacto directo del niño con el agua. Deben cumplir con las Normas AFNOR
Elementos de seguridad pasiva (alarmas perimetrales y alarmas de inmersión), que nos avisan cuando el niño ya ha entrado en el agua, por lo que el tiempo de reacción del adulto se acorta.
En cualquier caso se debe disponer de un dispositivo de retención y aviso, ya que es la mejor forma de evitar ahogamientos. En caso de necesitar elementos de flotación, estos deben ser CHALECOS (OLVÍDATE DE FLOTADORES Y MANGUITOS), siempre con el Marcado CE y adecuados a cada niño.
 10. Emergencias: los adultos y los niños deberían aprender RCP (Reanimación Cardiopulmonar), así como interiorizar el procedimiento en caso de emergencia por ahogamiento: PAS, teléfono de emergencia (1-1-2) y actuación de seguridad. 

Las medidas de seguridad para evitar accidentes y ahogamientos deben estar en todas las piscinas, sean propias o de otros.
Y por último mención especial a la seguridad infantil en las piscinas hinchables para bebés, estas se deben de vaciar y recoger en cuanto no se usen y no reducir la vigilancia y supervisión, reiteramos: SOLO 10 cm (y hasta menos) de agua cubren toda la carita de tu bebé y pueden provocar un ahogamiento infantil.
Las piscinas son elementos de recreo y diversión, los niños deben jugar, investigar…para poder desarrollarse y crecer. Ambos elementos pueden  y deben convivir en armonía, conseguirlo es responsabilidad  de los adultos.
  
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