Dicho así
parece el título de una novela pero no lo es. Se trata de la pura estampa que
nos recuerda a veces a esa España castiza ante cualquier itinerario, por lo
menos del sur, donde el reposo o la interrupción en la conducción se
hace más que necesario para aquellos conductores después de circular por esas
interminables rectas de nuestras carreteras.
El descanso
al volante es casi obligatorio para cumplir con las recomendaciones
que nos hace la DGT,
sobre todo, durante la ida y vuelta de nuestros desplazamientos en
coche. Cuando el viaje es largo, el cansancio, la fatiga pueden influir de
manera negativa en la conducción hasta el punto de poder sufrir o provocar un
siniestro vial si no reaccionamos a tiempo.
Y esto, sí que
lo saben en las gasolineras, ventas y hasta el tío de los
cupones, perdón, el señor que vende cupones de la ONCE, persona
que se hace querer y por eso casi pertenece a la plantilla de su entorno donde
reparte suerte con el pregón de los números para llamar su atención. De paso,
en la despedida nos dice… Señores, buen viaje.
Diferencia
entre área de servicio y área de descanso
Indica en
autopista o autovía la situación de un área de servicio
Unos para estirar
las piernas y otros, aprovechando la pausa, buscan la ocasión para
repostar el vehículo y como reclamo: el cartel del restaurante para
tomar la dosis de refrigerio que necesitamos los humanos para
saciar la sed y de paso cargar las pilas.
Otra opción
posible durante nuestros desplazamientos en coche sería utilizar las zonas de
ocio como, por ejemplo, áreas de servicio, áreas de
descanso y merenderos habilitadas por el titular de la vía. Son
lugares de nuestra red vial donde podemos realizar ese merecido descanso y de
paso cubrir alguna necesidad.
Se trata de
tres señales de servicio con significado propio. Es decir, el área de
servicio puede incluir además de una gasolinera, restaurante y hotel,
una zona habilitada para descanso. Sin embargo, en algunas carreteras sólo
existe, mediante indicación expresa, la posibilidad de disponer de un merendero o
un área de descanso ubicados normalmente en tramos rectos y entre
poblaciones.
Hay que tener
en cuenta que la planificación del viaje debe incluir todas
esas necesidades que puedan surgir durante nuestros desplazamientos en coche.
Calcular la distancia existente entre nuestro punto de partida y el lugar
de descanso puede que sea una buena solución para evitar
contratiempos.
El relevo
en la conducción siempre y cuando sea posible y se comparta coche,
también, puede ser una buena alternativa para ese descanso. De esa manera,
todos podrán disfrutar del panorama sobre hitos kilométricos con el
fondo de ese maravilloso paisaje que recuerda otros momentos y otras
vacaciones. Además, con esos recuerdos ya tenemos conversación para no
aburrirnos.
Tirar
colillas, cuatro puntos y algo más
Sobra decir
que el texto más leído en los paneles aéreos de la DGT es éste: Tirar
colillas, cuatro puntos. Nos hacemos eco del mensaje para recordar la
importancia de cuidar nuestro entorno. La detracción de puntos es lo de
menos ya que los puntos son recuperables pero con los incendios nuestras zonas
verdes pueden perderse para siempre.
Con ocasión
de nuestros desplazamientos se nos puede olvidar apagar bien un
cigarro o deshacernos del mismo sin tener las mínimas precauciones como, por
ejemplo, arrojar o depositar una colilla sin estar apagada del todo con el
consiguiente peligro de originar un fuego en la zona de descanso o en la cuneta
y su posible extensión.
Para terminar
y volviendo al tema de los números, con su reclamo como hace el vendedor de
cupones, también nos pueden servir para recordar que cada dos horas o
cada 200 kilómetros aproximadamente es recomendable hacer una pausa en
el camino y por supuesto, cuidando siempre de nuestro entorno.