La seguridad infantil en el coche parte de un elemento tan fundamental como obligatorio: los sistemas de retención infantil (SRI). Ahora bien, aprovechar la seguridad que ofrecen no queda solo en su compra e instalación. Existen toda una serie de recomendaciones asociadas a su adquisición, instalación y posterior uso que también resultan imprescindibles. Y, entre todas ellas, también encontramos algunas respuestas sobre qué hacer cuándo estos sistemas de protección agotan su vida útil. Para ello, el reciclaje de sillitas infantiles es la opción idónea.
En este ámbito, como en otros tantos relacionados con los SRI, los padres se ven asolados con diferentes dudas. La primera de ellas, que ha de preceder al propio reciclaje de sillitas infantiles, es saber cuándo se ha de dejar de utilizar una sillita infantil.
Motivos para jubilar la sillita infantil
La Fundación MAPFRE, en su labor por la prevención y la seguridad vial, sobre todo de los colectivos más vulnerables, nos recuerda que los sistemas de retención infantil poseen una vida limitada. Llegan a su fin por tres diferentes causas:
- Caducidad por paso del tiempo. Todas las sillitas, sin excepción, poseen una fecha máxima de uso. Esta viene reflejada en las etiquetas que llevan pegadas. La fecha de caducidad de la sillita está determinada por la calidad de sus materiales y las circunstancias externas que hayan vivido. Por ejemplo, el plástico del asiento cambia con el paso del tiempo, pudiéndose hacer menos resistente ante una colisión. La Fundación MAPFRE recomienda cambiar los SRI pasados 6 años.
- Un impacto o colisión deteriora los materiales. Un accidente puede provocar dos tipos de daños en un sistema de retención infantil. Los primeros son los más visibles y externos. Sin embargo, existe un segundo tipo de daño que pasa desapercibido, como fracturas internas e imperceptibles, desgaste de las cintas de sujeción, etc.. Aunque los impactos más graves son los que vienen causados por un accidente vial, también se ha de prestar atención a otros, como el caso de que la sillita se caiga y se golpee al introducirla en el vehículo.
- Revisón de la sillita o desfase de su tecnología. Existe la posibilidad de que las sillitas presenten defectos para su uso. En estas ocasiones, los propios fabricantes son los que terminan por ofrecer a los usuarios la posibilidad de cambiar la sillita por otra.
Un factor que no tiene por qué provocar una sustitución inmediata de la sillita es el del cambio de las normativas que las regulan, como las de homologación. Por otra parte, esto no quiere decir que debamos ignorarlos, todo lo contrario. Resulta muy relevante informarse de qué aspectos se van teniendo en cuenta. En ese sentido, i-Size fue la última norma en llegar.
¿Qué hacer con las sillitas caducadas?
En algunas ocasiones, puede llegar a obviarse alguno de los factores por los que las sillitas agotan su vida. Lo cierto es que para garantizar la seguridad de los más pequeños a bordo se antojan imprescindibles.
De cara a la sustitución de los sistema de retención infantil, la cosa no termina en el momento de comprar una nueva sillita. La pregunta lógica que surge es qué se ha de hacer con la sillita anterior. Lo más recomendable es evitar, a toda costa, que la sillita acabe en un contenedor de basura convencional.
Otra práctica, muchas veces inocente y sin mala intención, es la de vender la sillita infantil que no utilizamos. Esto puede llegar motivado por desconocimiento de que la sillitas infantiles caducan y también por el precio elevado de los SRI, que puede resultar una partida de difícil acceso para muchas familias. Se recomienda de forma encarecida no vender, ni comprar, sillitas infantiles de segunda mano. En estos casos, el comprador no tendrá nunca una garantía del estado real de la sillita.
El reciclaje de sillitas infantiles
Lo más aconsejable es poner el producto a disposición de un centro de recogida de residuos específicos, en el que sabrán qué hacer con la sillita. Otra opción es consultar con el fabricante. Algunos de ellos tienen servicios de recogida de sillitas e, incluso, puede que entregando la antigua sillita se ofrezca un descuento para la compra de otra.
La Fundación MAPFRE pone como ejemplo a la compañía Bébé Confort (Dorel). Estos, además, ofrecen la posibilidad de cambiarla por otra nueva sin coste alguno en caso de haber sufrido un accidente. El fabricante presta este servicio sin importar los años que tenga la sillita o si ya no está dentro del periodo de garantía.
Por tanto, son los fabricantes los que mejor nos pueden informar sobre qué hacer con sus sillitas. Sin embargo, tenemos otras opciones. Si el diseño del SRI se presta, puede llegar a tener una segunda vida fuera del coche como asiento infantil. Es posible incluso redecorarlo y utilizar sus accesorios para otras funciones en las que no se vea comprometida la seguridad. Lo crucial es, desde luego, que las sillitas infantiles no terminen amontonadas en un vertedero convencional.
Fuente: Circula Seguro